Darío Andrioli, director de Carle & Andrioli Contadores Públicos, analizó en Fuentes Confiables la situación financiera y perspectivas de las empresas agropecuarias.
Aldo Silva – Hace un año veíamos los desafíos que se le presentaban al agro, hoy el sector agropecuario ¿se encuentra mejor?
Recordemos que el año pasado el agro se encontraba con dificultades financieras importantes en varios de los subsectores. Hoy la situación puede ser algo mejor en algunos de los subsectores determinado por:
- Buenos rendimientos de la soja (en 2018 había sido muy bajo) y de los cultivos de invierno (trigo y cebada)
- Un mejor precio del ganado vacuno: precio kilo novillo 10% superior
- Un tipo de cambio algo mejor: 13% aumento respecto a hace un año
Pero otros subsectores siguen en una coyuntura adversa, por lo tanto no podemos generalizar el desempeño financiero para todo el agro.
A.S. – Con el aumento de precios ¿mejoró la rentabilidad de los ganaderos?
El mayor precio del novillo determinó aumento de ingresos y mejora de resultados de los ganaderos. De acuerdo al Instituto Plan Agropecuario en zafra 2018/9 mejora 15/20% respecto a 2017/8 (caídas 5 ejercicios).
En contrapartida, la lechería, el otro subsector de la pecuaria, no ha podido recuperar su poder de compra. Según INALE, si bien bajaron los costos, descenso de 7% de precio de la leche en dólares (litro U$0.30) hace que siga perdiendo (asesores de candidatos expusieron al respecto y BROU implementó préstamo a 4 años para tambos pequeños)
A.S. – ¿Qué ha pasado con la rentabilidad de la agricultura?
De acuerdo a estudios publicados de Deloitte a pesar de la baja de precios (10%) y el aumento de costos (insumos y gastos post-cosecha) por los excelentes rindes los resultados económicos de la soja fueron mejores (prom. U$S 200 de ganancia por ha).
Por su parte, el arroz con precio provisorio de U$S 9 la bolsa sigue perdiendo por quinto año (pedidos de ACA al Gobierno).
Por lo tanto estaremos asistiendo a nueva baja de área agrícola: baja de arroz y cebada, aumento de maíz (soja: leve baja o similar área)
A.S. – En este marco, ¿los valores de los campos descienden?
Sí, en el último año se observaron bajas tanto del valor de los campos como del costo por arrendamiento de la tierra. De acuerdo a Oficina de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio el valor promedio de campos en compraventas del último año fue U$S 3.250, 12% menor. También descendió 11% el costo medio de la hectárea arrendada.
La Consultora especializada Agroclaro indica que antes la agricultura determinaba el uso y valor de las rentas y campos; ahora la forestación y ganadería tienen mayor relevancia y ocupan los campos antes agrícolas.
A.S. – ¿Cómo se encuentra la capacidad de los productores agropecuarios para acceder a financiamiento e invertir?
En general los productores agropecuarios tienen dificultades para acceder a nuevo financiamiento y para cumplir el pago de deudas. En últimos años: concursos importantes de empresas agropecuarias, bajas de calificación crediticia, mayor morosidad (hoy 5%) y necesidad de refinanciar sus deudas. El crédito bancario al agro hoy se ubica en U$S 2.400M (leve baja, 2%, en 12 últimos meses) y sigue siendo alto (72% producto); muy alto arroceros y lecheros (ambas cadenas afectadas).
Respecto a la capacidad de invertir, el agro se encuentra en niveles bajos. Por ej en primer semestre 2019 vuelve a bajar 25% la inversión en maquinaria agrícola. Clave: tecnología/agricultura y genética/ganadería.
A.S. – ¿En materia de impuestos agropecuarios?
El agro aportó U$S 265M de impuestos en 2018, con mayor incidencia de los denominados impuestos fijos sobre la tierra como por ej. contribución inmobiliaria, cargas sociales, impuesto primaria y patrimonio.
Por lo que la presión tributaria del sector se mantiene en aprox. 8.5% de su PBI. En 2019 en los primeros 7 meses, en particular la recaudación de DGI del IMEBA ha sido similar en dólares al año anterior.
A.S. – ¿Y en materia de salarios rurales y empleos?
En julio 2018bfue importante el aumento de salarios: incluyendo correctivo del anterior convenio y nuevo ajuste en julio 2018 aumentaron en el orden de 10% y ahora en julio 2019 un 7% (aumento similar a inflación, pero algo menor al tipo de cambio).
Recordemos que en la década 2008/2017 los salarios rurales tuvieron significativos aumentos en términos reales (promedio anual 6% s/Opypa).
Han descendido los empleos agropecuarios respecto a 2014 (15%).
A.S. – ¿Cómo puede incidir el aumento del tipo de cambio de Argentina en el agro uruguayo?
La crisis económica argentina impacta en general en nuestra economía (27% exportaciones bienes y servicios). En particular la exportación agroindustrial directa a Argentina es menor (2%). Pero indirectamente la baja de costos en dólares le posibilita al agro argentino poder competir mejor que Uruguay en el mercado internacional (por ej licitaciones arroz Irak) y también posibles medidas argentinas determinaron venta de soja anticipada que afectó a la baja el precio internacional y en Uruguay.
También el dólar en Argentina ha incidido en un aumento del ritmo del tipo de cambio en nuestro país (positivo para agro). Además, la incertidumbre política y económica podría incidir para la llegada de productores argentinos.