En la columna de Fuentes Confiables «El Sentido de lo Cotidiano», el licenciado Richard Danta habló sobre lo que generó el uso del símbolo de Batlle y Ordóñez por parte de frenteamplistas.
Batlle y Ordóñez es sin duda alguna fue una de las figuras fundacionales de de nuestro país y de nuestra nacionalidad, por lo cual podría argumentarse que nadie tiene la exclusividad del uso de su simbolismo cultural.
No obstante, algunos líderes colorados han condenado la capitalización semiótica que Fernando Amado, flamante figura del Frente Amplio, hace del ex presidente uruguayo.
¿Tiene alguna justificación simbólica este reclamo?
¿Es mayor el valor político partidario de Batlle y Ordóñez que su valor como icono de la uruguayidad?
¿Estamos frente a chispazos propios de la campaña electoral o estas actitudes expresan la mercantilización de los símbolos nacionales, sometidos a la lógica del branding?