Más de 20 personas entre tíos, primos y tíos abuelos de María se reunieron para leer una carta que desean llegue a la niña.
Los hermanos de María en Uruguay, Camila, Martín y Andrés encabezaron la lectura.
Carta de la familia a la niña:
Hola Noni, ¿cómo estás, chiquita? ¿Qué estás haciendo ahora?
Nos contaron que ayer y hoy hablaste con mamá. Sabemos que estabas triste al principio, que lloraste. Como hemos llorado todos acá en la familia en estos días, como ha llorado tanta gente en todo el país. Gente que nos ha acompañado en todos estos años y también gente que recién ahora pudo abrir los ojos.
También sabemos que después te tranquilizaste y hasta te reíste un poco con mamá; que fuiste al parque a pasear, que el viernes querías dormir en la casa de una amiga de tu padre y que ayer dormiste en la casa de él.
Pero hay mucha cosa que no sabemos, y nos tiene noche y día con el corazón en la mano. No sabemos con quién vas a pasar las noches, quién te cuida. ¿Alguien te está cuidando? Nos dijeron que la Policía no lo está haciendo. También nos dijeron que quienes cuidan a los niños en España te dejaron sola todo el fin de semana. Te abandonaron.
Queremos contarte que estamos acá todos reunidos, tus tíos, tus primos, tus tíos viejos también, toda la familia que tenés en Uruguay. Una familia que tú sabés que te quiere muchísimo.
Llamamos a todos los periodistas que conocemos para que nos ayuden a decirte algunas cosas, que no podemos hablar contigo.
Queremos pedirte perdón. Hicimos todo lo que pudimos. Todo. No hubo nada que no hiciéramos para que no te fueras de Uruguay. Y también ahí, mamá, los abuelos, tus amigos en el Consulado hicieron todo lo que pudieron para que no te fueras de ahí. Pero te fuiste. Te llevaron, mejor dicho. Gritaste mil veces, mil más, que no te querías ir. Pero vinieron unos señores a convencerte. Estuvieron un rato largo. Y vos les dijiste: «No quiero irme, quiero quedarme con mamá». Hasta que uno se agachó y te dijo unas cosas al oído, bajaste la cabeza y te metieron en el ascensor. Y después te metieron en un auto y te llevaron a una comisaría. ¿Qué te dijo ese señor? Queremos que nos cuentes después.
Pero también te queremos decir que vamos a seguir haciendo todo lo que podamos para que estés bien. Para que te cuiden las personas que te tienen que cuidar. Y para que te escuchen. Aunque no te quisieron escuchar acá. Aunque no te quisieron escuchar allá tampoco en los puntos de encuentro, donde unas señoras te querían convencer de que vieras a tu padre y tú siempre te negaste. Aunque no quieran seguirte escuchando, nosotros vamos a seguir apoyándote con la esperanza de que muy pronto alguien lo haga.
Nos contaron que cuando te enteraste, dijiste: «¿Cómo pudo hacerme esto esta jueza? Quiero hablar con ella. Todo el mundo sabe que los niños quieren estar con su mamá. ¿Por qué no me preguntan con quién quiero vivir?». No sabemos, chiquita. Hay gente muy mala en este mundo. Pero también hay gente muy buena, y con la ayuda de esa gente vamos a seguir peleando.
Nunca quisimos contarle a todo el mundo lo que te pasó. Pero había muchos que no te creían. Todavía hay, pero cada vez son menos. Hay muchos que sí te creen, y nuestra esperanza es que todo esto, todas las cosas feas que te pasaron y que ahora la gente sabe, puedan ayudar a otros nenes como tú a los que también les pasan cosas muy tristes. En todos lados. Allá y acá, en países pobres y países ricos. Muchos de esos nenes no tienen tanta gente que los ayude. Están solos con su sufrimiento y a veces no pueden dormir del miedo que tienen. Pero igual muchos de ellos salen adelante, a pesar de todo, a pesar de las cosas espantosas que les hacen, a pesar de que no los escuchan. Y vos vas a salir adelante también. Porque sos una guerrera, porque nunca te rendís.
El viernes pasado, cuando te separaron de tu mamá, ¿sabés que justo era el Día Internacional de la Niña? Antes había sólo del Niño. Ahora hay de los dos. Qué ironía, fue uno de los días más tristes de nuestras vidas. Pero rezamos todos los días por que tú estés bien, y que el próximo año, cuando se celebre de nuevo este día, tu situación sea mucho mejor que la de hoy.
Bueno, te mandamos un beso bien grande y un abrazo de oso de esos que a ti te gustan. Tus primitos te mandan muchos besos también. Dicen que tienen muchas ganas de verte.
Te amamos.