De acuerdo a la “precaria” información que manejan sus familiares, la niña “no está con ningún adulto referente que haya convivido o estado con ella en estos últimos tres años y medio”.

La primera noche en España, la menor se alojó en la casa de una amiga del padre; para la segunda noche ya lo hizo en la casa del padre, según indica la familia. La Justicia dispuso que la madre pueda visitarla dos horas y una vez por semana.

La familia de María y su hija en Uruguay convocaron para este domingo a una conferencia de prensa para leer una declaración. “Sentimos que ella está sintiendo nuestra fuerza, nuestro cariño, nuestro amor porque siempre se lo hemos dado”.

“Necesitamos saber cómo está ‘Noni’. Queremos acercar nuestro dolor porque pensamos en ella, tenemos poca información. Queremos  acompañar este proceso que está siendo muy duro”.

Están dispuestas dos llamadas diarias entre la mamá y su hija, bajo la supervisión de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), de España. La madre tiene “una gran tristeza” porque es una “gran luchadora” en el tema. “Durante todo este tiempo no ha tenido proyecto de vida propio”.

Reclaman que no tienen información, más de la aportada tras esas “cortas” videollamadas. Asimismo, durante esas instancias se trata de “fortalecer” y que la menor “se sienta tranquila”.

La sentencia no menciona cómo es el detalle de visita para los familiares, por ende, no tienen previsto, por ahora, viajar a Europa sin certeza de que la visita pueda efectivizarse.

Los abogados de María, la madre, presentarán un recurso ante la Justicia, en un proceso que comprenderá de cuatro a cinco meses, según prevén. “Se acataron todas las decisiones dentro del marco legal pero llegamos a esta instancia”.

Maria Michelini, tía de María