Yanina Kesman, en su columna de bienestar en De taquito a la mañana, habló sobre la limpieza energética.

“Hay lugares donde te podés sentir cansado, como que se te va la energía, incluso puede pasar al hablar con alguien, es natural”, dijo. “En esos casos, lavarse las manos o ducharse y tomarse un vasito de agua es mi ritual”.

“Una limpieza conocida es con la planta Ruda, tanto hembra como macho; la macho se coloca a la izquierda de la puerta y la hembra a la derecha y eso ahuyenta la mala energía. A su vez, pasarse una hojita de ruda sobre el cuerpo y luego quemarla sirve mucho para limpiar las energías de uno mismo. Otro tip es llenar una palangana y colocar los pies con agua y sal gruesa. Los pies son un punto importante de salida de energía”, explicó.

«También tener espada de San Jorge es bueno para el hogar”, aseguró.

“El sándalo, o palo santo, es muy bueno también para hacer limpieza. Si sentís que se te empiezan a romper las cosas en el hogar, eso implica que hay mala onda. Para ahuyentarla, deja un vasito con agua, sal y vinagre por un día. Si al final del día la sal está grisácea, es que hay malas energías en la casa. Al final del día, el contenido de ese vaso se tira por el inodoro asegurándose que no quede nada, o incluso fuera de la casa, para despejar esa mala onda”, dijo.

“Ansiedad, depresión, formas bruscas de responder, chusmerío, quedarme con lo malo y no con lo bueno, es un llamado de atención y hay que comenzar por lo básico, poner las cosas en orden en el hogar”.

“Cuando se va a un sanatorio, hospital o velorio, donde la energía es densa, lavar la ropa, y si es posible darse una ducha también», aconsejó la columnista.

«En cuanto a las plantas, las suculentas son muy buenas, y por su tamaño sirven especialmente en los lugares de trabajo», agregó.

«Hay una frase que sirve mucho cuando algo nos da miedo y es «Kodoish, Kodoish, Kodoish, Adonai, Tsebayoth. Es un mantra en hebreo que se debe repetir tres veces, y que sirve para protección. La música es muy útil para la limpieza de energía», dijo.

«¿Lo más importante? Tomar mucha agua», concluyó Kesman.

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