El pasado martes 06 de noviembre, Equipos Consultores dio a conocer en Subrayado la primera encuesta de intención de voto para la segunda vuelta del 24 de noviembre.

Columna Antonio Ladra

Según el relevamiento, el 47% de los consultados dijo que piensa votar a Luis Lacalle Pou, mientras que el 42% dio su apoyo a Daniel Martínez.

Un 5% respondió que votará en blanco o anulado y hay un 6% que dijo estar indeciso. Sobre el traspaso de votos, tenemos que, según el relevamiento, del 39% que votó a Martínez en la primera vuelta, un 36% dice que lo hará nuevamente, el 2% no sabe todavía, y un 1% que votará a Lacalle Pou.

En el caso de Lacalle Pou, del 29% que lo votó, un 27% dice que lo hará nuevamente, el 1% no sabe y el 1% restante vota por Martínez.

Los votantes colorados que fueron 12% en la primera vuelta, un 10% le dará su apoyo a Lacalle Pou, el 1% a Martínez y el 1% votará en blanco o anulado.

El 8% de los votantes de quienes respaldaron a Cabildo Abierto prefieren a Lacalle Pou el 1% a Daniel Martínez, el 1% en blanco o anulado, y el 1% restante está indeciso.

En Montevideo, el 48% de los consultados dice que votará al Frente Amplio y el 41% al Partido Nacional. En tanto, en la interior crece el apoyo a los blancos: 52% afirma que le dará su voto. Fuera de la capital el apoyo al oficialismo desciende a 37%.

El Frente Amplio, que había crecido de manera importante en el interior del país, parece que volvió a ser un fenómeno urbano, y hay razones: el gobierno ha sido mezquino con el campo, con el campo, no el de los terratenientes, sino el de los laburantes, de los pequeños productores.

El gobierno y el Frente Amplio en su totalidad nunca entendió de que venía aquel movimiento de autoconvocados que salió a la luz pública el 23 de enero de 2018, cuando miles de personas se reunieron en Santa Bernardina, Durazno.

Sobró en el gobierno, desde el presidente para abajo, soberbia, y esa visión de “los terratenientes nacionales”, una bolsa donde mete todo, a los propietarios de los tambos o a los dueños de 500 hectáreas, hasta los que poseen miles de hectáreas, estos sí, que han usado al Estado y se han mostrado insaciables, una y otra vez. “Nos vemos en las urnas”, le dijo una vez el presidente Vázquez a un manifestante. Hoy ese manifestante lo debe estar buscando al presidente para decirle que las urnas le han hablado.

LA CAMPAÑA EN SI

Mario Bergara aceptó la propuesta de Martínez y será ministro de Economía si gana el FA, mientras la coalición trata de remontar el resultado acude a viejas prácticas, esto es presentar núcleos de actividad que están con el FA.

Así aparecen los Médicos con Martínez, los artistas con Martínez, los deportistas con Martínez y así uno día y otro también.

Un amigo, Gabriel Sosa, lo resumió: Cocacoleros del Estadio con Martínez.
Overlockistas con Martínez.
Astronautas con Martínez.
Fanáticos de las Oreo con Martínez.
Resumen Frentistas con Martínez.

Nos estamos comiendo la pastilla de la burbuja AGAIN.

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La oposición en tanto, acordó, con algunos cambios, el documento base de la coalición multicolor. «Compromiso por el país», es el nombre del acuerdo y no se trata de un programa sino una hoja de ruta. La firma del acuerdo no se hizo en un acto conjunto, como podía esperarse, sino que fue individual. No hubo foto conjunto. Es que uno de los socios de la coalición, Cabildo Abierto incomoda, y si bien se lo toma en cuenta, porque sus votos son necesarios, se le ha levantado una línea roja que marca una frontera.

En marzo de este año alerté en este mismo espacio sobre el desacato del militar carapintada neofalagista, entonces comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos. En ese momento Manini acababa de ser destituido por el presidente Vázquez luego de varios y reiterados incumplimientos a la ley. Ahí se empezó a conocer la posibilidad de que encabezara un partido de derecha. Dos meses después se lo vio encabezando al partido Cabildo Abierto y su auge llegó antes de lo esperado, ya en las elecciones internas, cuando se vio que lo que decían las encuestas se confirmaba: Cabildo Abierto estaba llamado a ser la cuarta fuerza política. En las elecciones nacionales se confirmó y se convirtió en la cuarta fuerza política con la mayor bancada de la historia, superando la marca histórica del Nuevo Espacio de Hugo Batalla de 1989, con tres senadores y 11 diputados. Tras 35 años de democracia, 15 de los cuales fueron gobiernos de la izquierda, con una sociedad que muestra algunos signos de crispación y con la inseguridad como principal problema, la reacción de los votantes de derecha le ha dado caldo a Cabildo Abierto. Sin embargo, el factor más crucial para el crecimiento de Cabildo Abierto ha sido la incapacidad del Partido Colorado y el Partido Nacional en menor medida, y también de algunos del viejo grupo de Fernández Huidobro, la CAP L , de retener a esos votantes de derecha.

Y así cayó otro mito uruguayo: de que estamos vacunados contra ideologías reaccionarias. Ahora contemplamos en el paisaje político partidario la llegada de Cabildo Abierto y su instalación en escenario como un actor relevante, poseedor de la llave del próximo parlamento.

CARACTERIZACIÓN DE CABILDO ABIERTO

Cabildo Abierto rechaza la libertad de expresión. Todos recordamos las presiones y abucheos a los periodistas en ruedas de prensa y el intento fallido de acallar las denuncias sobre el principal asesor en materia de seguridad, Antonio Romanelli, acusado der ser un vil torturador de presos en el penal de Libertad.

Cabildo Abierto es populismo de derecha, mesiánico cuando maneja una retórica que se expresó cuando Manini uniformado dio un discurso de despedida al ser dado de baja por el presidente. Recuerdan cuando habló de “centros de poder mundial y de un perverso libreto que lleva a la destrucción de nuestras instituciones y puede dejar a los uruguayos en el más absoluto estado de indefensión”. El mensaje quedó claro: hay un caos en ciernes y él y sus seguidores son quienes nos salvarán. Dios nos trajo a Manini, lanzó en su momento el senador electo Guillermo Domenech.

Cabildo Abierto es nacionalista y xenófobo: se exaltan los intereses nacionales sobre otros, se apropia del artiguismo y planea limitar los derechos de los inmigrantes (derecho al trabajo, por ejemplo, al culparlos de la desocupación).

Antifeminismo. Cabildo Abierto es contrario a la agenda de derechos, rechaza el feminismo de género que tiene como objetivo acabar con construcciones sociales de género (el patriarcado) y promover la igualdad de resultados entre hombres y mujeres.

Cabildo Abierto califica como un partido de derecha, populista, nacionalista y antiinmigrante y promueve ideas fuera de los márgenes acostumbrados de la sociedad, sus propuestas están a la derecha del consenso político uruguayo.

Muchos pensamos que Cabildo Abierto es un peligro para la democracia y las libertades más básicas. Hay dos caminos, uno es estableciendo lo que en Europa se conoce como un cordón sanitario que implica que el resto de los partidos políticos acuerden no llegar a acuerdos con ellos ni depender de su apoyo. La otra opción es admitirlos en lo que se conoce como coaliciones contaminadas, como se ha hecho aquí ahora en Uruguay, donde se ven obligados a pactar y ceder en sus posiciones. De esta manera se pueden minimizar las oportunidades de que Cabildo Abierto pueda influir en la política a largo plazo.

Veremos los resultados…, pero lo cierto es que los uruguayos nos enfrentamos a un dilema que va más allá de los candidatos que se enfrentan el 24 de noviembre.