Las importaciones están llegando y no tener dónde albergar los automóviles es un problema.

La venta de vehículos 0 kilómetros tuvo su impacto en marzo, pero cayó fuertemente en abril de este año un 57 %. En abril de 2019 se vendieron más de 3.000 unidades y en el mismo periodo de este año, 1.300. “La caída fue importante y era de esperar”, dijo a 970 Noticias, Ignacio Paz, gerente de la Asociación del Comercio Automotor (ACAU).

El problema era preexistente por el tipo de cambio, cuando el dólar en marzo ya alcanzaba los $ 36 y en estos días tocó los $ 46. Empresarios manifestaron su preocupación aunque esperaban por lo que preveían que iba a ser más fuerte: los datos de abril de 2020 en plena crisis por la pandemia del Covid-19 que no le es ajena al sector.

Pese a la dificultad de ventas por la pandemia, las importaciones que fueron realizadas para que lleguen a la fecha no se detienen, y al Puerto de Montevideo continúan llegando contenedores.  No tener dónde guardar las unidades se convierte en un problema, en la medida de que los uruguayos no están moviendo el mercado, afectados por el Covid-19 y sus repercusiones económicas.

Este escenario “genera más dificultades”, expresó Paz. Desde 2017 las ventas de los 0 kilómetros vienen en caída, y 2019 fue el peor año de la década, según indicó, de manera que “la preocupación ya estaba instalada” previo al coronavirus. En este sentido, y con los datos de abril 2020 sobre la mesa, se reunirán con el gobierno para ver qué medidas pueden generar un aliento.

En diálogo con 970 Noticias, Paz dijo que evalúan plantear una rebaja o postergación en la carga impositiva porque la de nuestro país “es la más alta de toda América”. El pago adelantado del IMESI y del IVA por adelantado, representa un “problema financiero” para muchas de las empresas, por lo que eso es lo que consideran como una “ayuda” a corto plazo.

De todas maneras, “no hay nada mejor para el sector que a la economía le vaya bien, esa es la mejor ayuda”, y en esa línea esperan ser recibidos por el gobierno de Luis Lacalle Pou en estos días. Así como para la mayoría de los sectores, la pandemia fue un “shock” que “no dio tiempo a preparase y generó sobrestock”, indicó Paz.

Solamente los minibuses no registraron una caída en sus ventas, sino que crecieron; no obstante, son “números muy chicos” porque alcanza con que una empresa renueve la flota de vehículos de este tipo. Se vendieron 12 unidades de esta categoría este año contra 5 del año anterior. Sin embargo, todas las otras categorías registraron un fuerte descenso de venta.

Variación del precio de venta ante oferta-demanda.

La economía mundial se mueve a un ritmo más lento pero no cesa, y los pedidos al exterior ya estaban hechos para que lleguen en esta fecha, cuando aún el coronavirus no se había instalado. “Tiene que haber un movimiento, necesariamente”, dijo Paz ante la inminente llegada de importaciones.

Se está incrementando el stock y la poca demanda dificulta el almacenamiento de vehículos. Si bien la situación difiere en cada una de las empresas, aquellas que hayan hecho un pedido considerable, son las más comprometidas. “Pasa a ser un problema porque (el automóvil) empieza a perder valor y se pierde patrimonio”.

Aún no se puede adelantar si deberá sufrir una disminución de su precio de venta para hacer más leve esa distancia entre la oferta y la demanda, aunque no se descarta. Los temas comerciales los resuelve cada empresa en forma independiente.

Ignacio Paz