Considera que la peor parte ya pasó y se muestra positivo para lo que viene, «lo más complicado fue estar dos meses encerrados, más para la cabeza, pero ya pudiendo salir, correr, pisar el pasto y ponerte zapatos de fútbol te cambia totalmente».
«Esto va a ir paso a paso y supongo que cuando volvamos a jugar y arranque el partido estaremos metidos en eso y no nos vamos a acordar de lo que pasa, pero ahora tenemos que ver el paso a paso, no nos podemos ni pasar la pelota entre los dos compañeros que estemos, tenemos que estar totalmente aislados, entrenar cada uno individual pero de a dos para aprovechar el tiempo pero respetando la distancia», agregó acerca de las medidas tomarán en los entrenamientos.
En España se propuso poner sonido ambiente en los estadios y que la televisión también lo tenga… «no lo sabía y está bueno, para sentir al menos que no estamos solos, una vez que te acostumbras a jugar con gente no es que la necesitas pero si no está sentís que falta algo, y ese empujoncito desde un aplauso, el cántico, se siente».
ali, zaguero que suele ser titular en Cádiz, no se presentó al test de coronavirus y explicó que hasta que no exista una vacuna el no volverá…«hablé al principio cuando lo dijo porque primero nos lo dijo a nosotros y le pregunté si le había pasado algo y me dijo simplemente que no, que era lo que él pensaba y al final está bien, cada uno hace lo que quiere, es su dinero, su trabajo, en su pensamiento de él y para mí es sumamente respetable».
En cuanto a la situación del equipo antes de que se detenga la competencia explicó que «íbamos primeros con una ventaja de seis puntos del tercero y uno del segundo, los dos primeros ascienden directo».
Espino llegó al club español en enero del año pasado luego de quedar libre en Nacional y ha logrado afianzarse en el once inicial… «por suerte he jugado todo el campeonato me perdí un partido por roja y otro que el entrenador no me incluyó en el plantel, pero después jugué todos».
Y no solo fue fácil encontrar su lugar dentro de la cancha sino que también se adaptó rápidamente a la nueva ciudad… «el clima ayuda mucho, el invierno casi que ni se siente porque no hace frío, nosotros vivimos en un pueblito cerca de la ciudad que tiene menos habitantes y estamos más tranquilos, y poder ir a tomar un mate a la playa es la gloria».
Lo que sí tuvo que dejar a un lado fue el trepar por la banda izquierda algo que en el equipo Tricolor solía realizar con mucha frecuencia, «lo hago un poco menos, porque en Nacional había que subir si o si, no quedaba otra, pero acá el fútbol es un poco más táctico y se sube las veces necesarias, defiendo mucho, hay muchos duelos individuales».
A pesar de los kilómetros el lateral se mantiene cerca a través de la pantalla: «El fútbol uruguayo me gusta y trato de verlo, a Nacional obviamente siempre pero a veces es muy tarde acá y si al otro día tengo que madrugar no puedo, pero si no siempre».