Se cree que es poco probable que la plaga ingrese a nuestro país, el gobierno activó la fase de «Preparación» de los planes de contingencia vigentes.
Días atrás el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) acordó un Plan Nacional de Vigilancia de la Langosta donde se describen las acciones para establecer un Plan de Contingencia, ejecutado por la Dirección de Servicios Agrícolas, ante el eventual ingreso al territorio nacional de Schistocerca cancellata (langosta).
Su principal objetivo es implementar las medidas que permitan detectar oportunamente el ingreso de la plaga al país, a fin de realizar su control en forma temprana, minimizando su impacto en cultivos agrícolas y forestales.
Las invasiones de esta especie han generado históricamente grandes pérdidas en el sector productivo, por eso MGAP y el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), activaron la fase de «Preparación» de los planes de contingencia vigentes.
Ante la invasión de langostas que afecta la región, el MGAP en coordinación con el Sinae, realiza un monitoreo constante del movimiento de la plaga en articulación con Argentina.
Si bien se cree que, debido a los pronósticos meteorológicos, es poco probable que la plaga ingrese a nuestro país, el MGAP y el Sinae activaron la fase de «Preparación» de los planes de contingencia vigentes y solicitan que, ante el avistamiento de la plaga en el territorio nacional, se notifique inmediatamente a los siguientes contactos de la Dirección General de Servicios Agrícolas:
- reportedelangostas@mgap.gub.uy
- División Protección Agrícola: 2 309 84 10 int 165 / 214
- Departamento Vigilancia Fitosanitaria – Salto: 473 28054
- Departamento Vigilancia Fitosanitaria – Mdeo: 2 309 84 10 int 166
La especie Schistocerca cancellata (langosta) en su estado adulto puede formar enjambres conocidos como «mangas» que se desplazan a grandes distancias (hasta 150 km/día) y que consumen en 24 horas 5 veces su peso, lo cual puede producir grandes impactos en cultivos agrícolas y forestales.
Su distribución natural alcanza a parte de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia y Chile. La zona de cría permanente de la especie se ubica al norte de Argentina y la reaparición en grandes cantidades se atribuye en parte a las condiciones climáticas favorables en los últimos años (inviernos benignos y con precipitaciones mayores al promedio), así como otros factores intrínsecos o falta de control preventivo, entre otros.
Fuente / Foto: MGAP