Por Antonio Ladra

Si algo nos ha enseñado este 2020 es que de nada sirven las previsiones, predicciones y planes si de repente una pandemia arrasa con todo, nos encierra en casa y cambia nuestras vidas para siempre. Como hace todos los años Google divulgó la lista de los temas que fueron los más buscadas en internet.

Las búsquedas es lo que marca el espíritu del año y como no podía ser de otra manera lo dominante fue coronavirus. Así fue en el mundo entero y también en Uruguay, claro.

La imagen del año fue la Mona Lisa con tapabocas.

Nada más certero que esa imagen para graficar esta pandemia, porque no afecta solo los pulmones, las vías respiratorias, afecta también la sensibilidad porque se nos cierran los teatros, se nos cierran las salas donde escuchar música, al arte se le pone tapabocas, nos ataca en la sensibilidad.

El Covid no es solo una enfermedad que nos golpea en nuestra carne.
El Covid no nos deja abrazar.
El Covid no nos deja besar.
El Covid no nos deja saludar.

Tenemos que hacerlo puño contra puño.

Y el puño es un símbolo de resistencia, es una mano cerrada.

¿Qué significa cuando chocamos los puños? Que nos resistimos, ¿a qué, a quién?

Desparece la mano y aparece el puño.

No hay huellas digitales solo nudillos ahora.

¿Cuándo recuperaremos la mano?

Cuando se abra la mano la vamos recuperar y vamos perder el puño y volveremos a usar la mano que tiene muchos usos que el puño no tiene.

Abrir la mano es un gesto solidario, la mano tendida es un gesto al que cada uno de nosotros le podemos poner contenido. Hoy, cerrar el puño es un atajo para ganarle a la pandemia, para poder volver abrir la mano lo más pronto posible.

En estos tiempos de coronavirus habrá que resignificar el puño y el puño contra el puño.

Un puño cerrado a la pandemia del coronavirus que es global, aunque algunos crean que es un invento.

Una pandemia que nos afecta a todos, a algunos más que otros. A los más pobres sin duda. Y a ellos habrá que extenderle las manos una vez que abramos los puños.

 

Escuche la columna de Antonio Ladra en Punto de Encuentro 

 

 Foto Gastón Britos / FocoUy