«Si hay científicos, no charlatanes, que tienen evidencias y datos discrepantes ¿por qué hay tanto miedo a mostrar otras voces?», se preguntó el académico.

Desde el inicio de la pandemia en Uruguay, el semiótico, docente y doctor en filosofía, Fernando Andacht plantea una perspectiva disidente a lo que entiende como un «discurso monológico y cientificista» sobre la forma de gestionar el Covid-19. «Atrás de la pandemia hay un cataclismo comunicacional. Se está desparramando todo el tiempo información», manifestó en entrevista con Punto de Encuentro.

Andacht recordó que el ministro Daniel Salinas, en marzo de 2020 dijo: «Vamos a pensar un poquito en que la muerte es el final de la vida, es natural». «Después cambió de repertorio», apuntó el profesor. El académico se refirió al presidente Lacalle Pou y dijo que al inicio actuó con «gran audacia» al no decretar la cuarentena obligatoria. «Fue lo mejor del 2020. Lástima que después fue cambiando y habló de ‘libertad solidaria’, cosa que no me parece», sostuvo.

El semiótico entiende que se plantea vivir en un estado de alerta permanente que resulta imposible, esto se apoya en parte de la comunidad científica y los medios de comunicación, pero «la sociedad no es inocente». «El GACH (Grupo Asesor Científico) de los tiempos de Galileo lo hicieron un negacionista», opinó.

Escuche un fragmento de lo expuesto por Fernando Andacht sobre el Grupo Asesor Científico

Fue cuestionado por diversos medios sobre su opinión de los fallecimientos por Covid-19. El profesor expuso que le parece que «toda muerte es lamentable y más para sus seres queridos, pero eso es como decir que la lluvia nos moja. No es crueldad ni indiferencia. Decir que digo esto porque no se me murió nadie es de pigmeo mentalmente».

En cuanto a la necesidad de la diversidad de opinión, expuso que «la actitud ninguneadora es propia de la dictadura». «La política es la vida de la polis y no tiene que estar a cargo ni de un médico, ni de un biólogo, ni de un semiótico. Hay que pensar por la mayor lucidez o claridad posible», justificó.

Esto se basa en que la realidad está construida de discursos, pero «los discursos no se separan de la vida, los discursos son la misma».  «Encarno signos, gestos, palabras, movimientos y eso es lo que soy. Eso es la semiótica. No se puede renunciar a lo que soy», dijo y agregó: «No existe la nueva normalidad. La normalidad es algo continuo. Hay peligros en aceptar así, tranquilamente, que la vida que conocíamos ya no existe más».

El nudo del problema gira, dice Andacht, alrededor del miedo: «No se puede vivir en una sociedad paralizada por el miedo». Por lo que «colocar la salud como el único móvil de la vida es un error». En ese caso, «el remedio puede ser peor que la enfermedad, nos puede paralizar e infantilizar. Para esto, los medios de comunicación son muy importante».

El rol de los medios 

El académico, que dijo «sigue mucho los informativos», puntualizó que «en Uruguay nunca se dieron la cifra de todos los muertos por cáncer, por afecciones cardíacas, por suicidio ni se habla nunca de la horrible dieta industrial que está vinculada a todo eso». «Los medios al poner música de fondo y decir ‘hoy murieron tantos’ no están ayudando a construir un mundo mejor, a llegar a un equilibrio», añadió.

Andacht llamó a la necesidad de reflejar opiniones diversas en los medios de comunicación: «Si hay científicos, no charlatanes, que tienen evidencias y datos discrepantes ¿por qué hay tanto miedo a mostrar otras voces?»

«Los medios tradicionales ¿le dedican cuántas horas desde el 13 de marzo? Lo peor es que no hablan quienes tienen otra postura. Supuestamente gozamos con la mejor democracia de América Latina, ¿por qué hablan siempre los mismos?», criticó.

También se refirió al caso de Carmela Hontou: «Los ‘supercontagiadores’ no tienen asidero empírico. Le destruyeron la vida a una mujer. Los medios no le dejaron nada. Decían que lo esparció voluntariamente, que iba por ahí desparramando. Ahí tienen los peligros de la comunicación».

Escuche la entrevista completa de Punto de Encuentro a Fernando Andacht

 

Foto: Gastón Britos / FocoUy