Nano Folle nos aporta otra mirada sobre la carta de Fiorella Buzeta sobre Marcos Chiappa. Chiappa es el efectivo al que se ve en un video golpeando a un menor de 16 años en Pocitos mientras lo obliga a borrar un video de su celular. Se constató que ingresó a la fuerza en 2017. Él fue el joven que, en el año 2004, llevó al liceo el arma reglamentaria de su hermano policía, amenazó a sus compañeros y le disparó a Fiorella dejándola paralítica cuando ambos tenían 13 años. Hoy ella es edila por el Frente Amplio.

Nano dijo estar sorprendido gratamente por la respuesta de Fiorella Buzetta. Podría haber caído fácilmente en el partidismo y acusar a este Ministerio del Interior de abuso policial y no lo hizo. No hizo énfasis en temporalidades.

Ni siquiera mostró un rencor que podría ser esperable y entendible. Su mensaje es reparador, no es más odio en el frasco del odio. Incluso llama a trabajar con los agresores para construir un mundo mejor.

Escuche la otra mirada de Nano Folle en Punto de Encuentro

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Lea aquí la carta de Fiorella Buzeta:

Ante la noticia de las últimas horas quiero manifestar que lo grave del suceso no es la vinculación particular con el hecho sucedido hace tantos años atrás, sino la actuación de abuso policial repetida y la reproducción de violencia en nuestra sociedad.

Lo grave es el ejercicio sistemático de violencia que recae, sobre todo, en la población empobrecida.
El foco, debe estar en preguntarnos por qué se da ese abuso policial sistemático y quienes son los responsables de darle la posibilidad de ejercer el uso de la fuerza a personas violentas.

Debemos exigir que el Ministerio del Interior se haga responsable y responda qué formación y control policial tiene y piensa desarrollar.

Cuál es su enfoque de seguridad que habilita el uso de la fuerza bajo el paraguas de «debemos recuperar la fuerza policial» generando más miedo y bronca en la sociedad. Incitando al odio y la violencia, aumentando las brechas.
El foco, debe estar en la LUC, que vino a habilitar un cambio en el ejercicio de la violencia de los policías hacia la ciudadanía. Las firmas que se están juntando son para visibilizar y transparentar las medidas represivas que se votaron de urgente consideración para que haya al menos una discusión amplia y participativa, que le permita a la ciudadanía opinar y definir en que modelo de sociedad quiere vivir.

El énfasis debe estar puesto en el sistema y en quienes toman las decisiones, no en las víctimas, para revictimizarnos, exponernos y hacer una novela de los hechos sucedidos. Eso, lo único que hace, es distraernos de lo importante: el ejercicio de la violencia y la naturalización de la misma.

¿Por qué los medios de comunicación exponen a las víctimas y nunca se expone al agresor? Sabemos más de la vida de las víctimas que de los agresores. En mi caso, si se hubiese puesto foco en la vida del agresor, quizá hoy, no estaríamos contando este suceso.

A su vez, debemos tener claro, que el problema no es la persona involucrada en este hecho particular, y que dentro del sistema policial la violencia existe.

Los responsables, con cargos políticos son quienes deben responder por los infinitos sucesos de abuso policial que se vienen desarrollando. Debemos saber qué políticas públicas de seguridad se van a implementar, cuáles son los marcos legales, y los protocolos que amparan el abuso de la fuerza.

El sindicato policial salió a desmarcarse del accionar concreto del hecho en Pocitos. Confío en que la mayoría de los y las policías trabajan responsablemente, con vocación y convicción, pero debemos condenar y sancionar a quienes ejercen violencia… Y eso no es solo responsabilidad de la sociedad, sino de todo el sistema policial.

Sobre los hechos del pasado y lo que este caso me hizo revivir, estas palabras es todo lo que tengo para decir. Hace años que salí del lugar de “víctima”. Hoy soy una mujer política, y desde ese lugar aporto a la sociedad que quiero. Una sociedad que tiene que aprender a gestionar su violencia.