Levantaba la cortina metálica y vendía estupefacientes.

Un hombre de 60 poseedor de dos antecedentes penales, fue condenado a tres años y cinco meses de penitenciaría por vender drogas. La boca fue descubierta gracias a la denuncia de vecinos y el trabajo realizado por efectivos de la Zona I de la Brigada Nacional Antidrogas.

Tras una labor de inteligencia, se pudo comprobar que todas las tardes personas llegaban al local ubicado en Jackson y Chaná, en el barrio de Cordón, levantaban un pequeño tramo de la cortina metálica y comenzaban a vender estupefacientes. Durante el operativo se interceptaron a más de diez consumidores a quienes se les tomó declaración e incautó la droga.

Con las evidencias recopiladas se detuvo al responsable del negocio y se inspeccionó el lugar donde se encontró, escondido debajo de un colchón, doce dosis de pasta base y 7.837 pesos. El hombre fue condenado como autor penalmente responsable de un delito continuado de tráfico ilícito de estupefacientes en la modalidad de negociación, a la pena de tres años y cinco meses de penitenciaría.