Se enviaron 6.000 soldados en total para permitir una salida ordenada de los estadounidenses de Kabul.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se refirió este domingo en conferencia de prensa a la retirada de las tropas estadounidenses de Kabul, capital de Afganistán, luego del resurgimiento y la toma hasta ahora simbólica del gobierno por parte de los talibanes, y expresó que “Las fuerzas armadas (afganas) no han sido capaces de defender el país, y eso ha sucedido mucho más rápido de lo que preveíamos. Pero esto no es Saigón”.

La comparación surge por imágenes que muestran helicópteros Chinook y Black Hawk entrando y saliendo constántemente de la Embajada norteamericana en Kabul, muy similares a aquellas que ocurrieron en la salida de EEUU de Saigón, capital de Vietnam, en el final de esa guerra.

Según la agencia Reuters, el embajador Ross Wilson y los principales diplomáticos estadounidenses ya abandonaron el país, ayudados por 6.000 tropas estadounidenses que fueron enviadas para permitir una salida ordenada de la comitiva del país.

La idea de una nueva derrota militar, similar a aquella en el país asiático, resuena estos últimos días, en los que el emirato talibán arrasó con las defensas de 30 de las 34 provincias afganas. El senador republicano Ben Sasse calificó el hecho como «un desastre sin paliativos» y culpó tanto al actual presidente, Joe Biden, como a su antecesor Donald Trump, por perder deliberadamente la guerra.

Sin embargo, Blinken expresó que los objetivos de Estados Unidos desde su llegada a Afganistán en 2001, luego de los ataques a las Torres Gemelas el 11 de setiembre (11-S), se cumplieron: acabar con el líder terrorista Osama Bin Laden, asesinado por las tropas norteamericanas en Pakistán en 2011, y “yugular la capacidad operativa de Al Qaeda”.

Foto: Associated Press.