«Se va terminando el Gran Hermano del coronavirus», dijo su presidente, Diego Zipitria.
Este jueves a las 5 de la mañana, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) ocupó la planta de ALUR Capurro, debido a su potencial cierre. Alrededor de las 11 de la mañana el presidente del sindicato, Diego Zipitria, dijo a 970 Noticias que luego de una recorrida con un abogado, para certificar que no se realizaron daños a la planta, la desocuparían.
Esto sucedió luego de la intimación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para que los trabajadores desalojaran el lugar, como informó el presidente de ANCAP, Alejandro Stipanic, en Punto de Encuentro.
Zipitria explicó que la ocupación, parte del plan de ocupación que incluyó el Edificio Libertador el 5 de agosto y la planta de ALUR Belén, fue apoyada por «la Coordinadora de los Sindicatos de ANCAP, FANCAP, Sindicato del Gas, de Soca. Vinieron compañeros de la salud también, se reunieron distintos sindicatos hermanos».
Consultado por los motivos, el sindicalista explicó que «el cierre de procesos productivos como este, que trabajan bien, en desmero de unos pocos malla oro, que aparte eran los que nos iban a salvar en este año de pandemia y se guardaron 10.000 millones de dólares en cuentas en el Uruguay y en el exterior, no es el camino».
Agregó que «la gente se va despertando, se va terminando el Gran Hermano del coronavirus. Va quedando más pobreza, menos trabajo, más gente durmiendo en la calle, y la gente se empieza a despertar». Para Zipitria, llamar «Gran Hermano» a la pandemia se debe a que «el tema de los gurises que quedaban sin clase era por el coronavirus, había 180.000 personas comiendo en las ollas populares por el coronavirus, un año puente con pérdida real del salario por el coronavirus».
«A eso le digo el Gran Hermano del coronavirus, que se va terminando, y lo que va quedando es pobreza, miseria y aquellas promesas de mejorar, que salíamos juntos, como decía el eslogan. Resulta que no pasó», concluyó el presidente de STIQ.