Socialdemócratas y Verdes son los candidatos con mejores previsiones.
Este domingo en Alemania la población decidirá al sucesor de Angela Merkel en la cancillería, tras 16 años como máxima mandataria del país. El próximo canciller será el noveno de la Alemania unificada, y tendrá el rol de seguirle a la «canciller eterna», como es conocida Merkel en su país.
Sus principales contendientes son el candidato del Partido Socialdemócrata Olaf Scholz, de 63 años y actual vicecanciller y ministro de Finanzas del Ejecutivo, y Annalena Baerbock, la líder de Los Verdes, de 40 años, que se decantaba como principal candidata pero contó con la acusación de un plagio de un libro en medio de la campaña.
Los partidos demócratas cristianos y conservadores, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania y la Unión Social Cristiana de Baviera, el Partido Democrático Libre, La Izquierda, y la facción de ultraderecha Alternativa para Alemania, son los otros partidos con posibilidades, entre 47 alternativas políticas en total.
Cada votante realiza dos votos en una papeleta: uno general para la Cámara Baja, y otro regional que demarca el Parlamento alemán. El Parlamento tiene como mínimo 598 escaños, pero puede tener más –actualmente tiene 706–, el requisito para ingresar es tener un mínimo del 5% de los votos regionales. Las personas no tienen porque votar a un mismo partido en la papeleta.
Según el Gobierno Alemán, es el Parlamento, de manera indirecta y con la declamación del presidente de la República, quien define al canciller, con la necesidad de una mayoría absoluta. Hay un plazo de 14 días para alcanzar esta mayoría, que puede ser repetido por segunda vez de no alcanzarse los votos necesarios. Cuando hay consenso, el presidente, máxima autoridad del Poder Legislativo, tendrá siete días para nombrar al próximo canciller.