Es la primera gran misa tras la eliminación de las restricciones por la pandemia.
Los católicos celebran el Domingo de Ramos alrededor del mundo. En el Vaticano, el Papa Francisco encabezó la tradicional misa en la plaza de San Pedro en la que bendeció las palmas y los olivos de los miles de fieles presentes y lamentó la «locura de la guerra» en un mundo «violento y herido».
El pontífice argentino lamentó el uso de la violencia al recordar el martirio de Jesús de Nazaret: «Cuando se usa la violencia ya no se sabe nada de Dios, que es Padre, ni tampoco de los demás, que son hermanos», advirtió. «Se nos olvida porqué estamos en el mundo y llegamos a cometer crueldades absurdas. Lo vemos en la locura de la guerra, donde se vuelve a crucificar a Cristo», denunció.
Es la primera gran misa tras la eliminación de las restricciones por la pandemia y desafía los dolorosos problemas de rodilla del Pontífice, que le impiden desplazarse con agilidad.
Otro de los principales escenarios de Semana Santa es la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, en la que se reunió el clero católico romano. Tras la misa, los fieles participan en una procesión siguiendo el recorrido tradicional de Jesús hace 2.000 años.
Nada es imposible para Dios (Lc 1, 37). Tampoco hacer cesar una guerra de la que no se ve el final. Una guerra que cada día nos pone delante de los ojos masacres feroces y crueldades atroces cometidas contra civiles indefensos. #OremosJuntos #Paz. pic.twitter.com/s83wj9ZIUl
— Papa Francisco (@Pontifex_es) April 10, 2022
Foto: Vatican News