Advierten que, de no atenderse sus reclamos, tenderán a «desaparecer».
La Cámara de Autotransporte Terrestre Internacional del Uruguay (Catidu) llevó adelante una asamblea de socios para evaluar la situación del sector que enfrenta “asimetrías en los costos, tanto operativos como tributarios” en relación con los países de la región.
Según indicaron desde la gremial en un comunicado, la Catidu “viene haciendo gestiones con los ministerios de Economía y de Transporte, encontrando absoluta indiferencia y falta de interés por parte de las autoridades del Ministerio de Economía”.
«Desde hace dos años venimos solicitando que al transporte argentino de carga se le aplique la medida espejo en cuanto a la forma de cobrar los fletes en nuestro país, eso significa que se hagan vía transferencia bancaria al país de origen del Conocimiento de Embarque, para evitar así que los dólares cobrados en Uruguay sean vendidos en el mercado negro y obtengan una significativa rentabilidad que permite una competencia desleal», indicaron en el comunicado.
«Somos el único país que cobra IVA a los fletes en las importaciones, lo que también nos perjudica ya que al no fiscalizar a las empresas las transportistas extranjeras no lo pagan, por lo que solicitamos tasa 0, a lo que tampoco hemos tenido respuesta favorable», apuntaron desde Catidu.
Recordaron también que la bandera uruguaya debe pagar peajes más caros que los competidores en el exterior, y que «el transporte aéreo y marítimo son excluidos por decreto de pagos tributarios, medida que solicitó Catidu para la bodega de carga terrestre y tampoco obtuvimos respuesta favorable».
«Si a lo anterior le agregamos que pagamos veinticuatro veces más de patentes que cualquier bandera extranjera y tres veces más en salarios, definitivamente tendemos a desaparecer, sumaremos la flota de transporte internacional al mercado interno contribuyendo a la debacle actual del mismo», aseveran desde Catidu.
En este sentido, advierten que si sus reclamos no son atendidos, «cuando deje de ser redituable viajar a nuestro país, seguramente los fletes sin una bandera nacional aumentarán en gran medida».
«Sería insólito llegar a un conflicto por temas que en su mayoría no tienen costo alguno para el Estado, en otras le harían recaudar más impuestos, y en otras el costo no resulta representativo, siendo que nos beneficiaría a todos y permitiría sostener en el tiempo un servicio de calidad y eficiente, que es un eslabón más de la cadena productiva del país», señalan.
«Por estas y más razones, solo cabe una pregunta: ¿le interesa al gobierno que exista y genere mano de obra el transporte internacional de bandera uruguaya?», concluye el comunicado.
Foto: Gastón Britos / FocoUy