En 1983, estrenan «Sonríe, BCG te ama», un espectáculo pensado para teatro. Pero fue tal el furor, que de 100 personas en La Candela, pasaron a 12 mil en la tribuna Olímpica del Estadio Centenario.
Actor, humorista, y casi que podría ser presentado como murguista, pero él mismo suele mencionar que no se identifica como tal, sino que de ellos aprendió muchísimo. Según dijo, «con actor alcanza» porque de ahí está el tronco del cual se llega a un montón de lugares, efectivamente como lo ha hecho: cine, televisión, teatro, y carnaval.
Jorge Esmoris estuvo en el Espresso Para Dos de Nadie Se Atreve conversando sobre su carrera artística, los momentos más emotivos sobre las tablas, su visión de la vida, el retorno de la obra «El secuestro», actualmente en su cuarta temporada los sábados a las 21 horas en el Teatro del Notariado y su legado a través de la Antimurga BCG.
«El público que más fuerza tenía con la BCG, que para nosotros fue una sorpresa, eran los niños y las persona mayores. Porque más allá de la disposición al juego, me parece que en todos los órdenes y en el carnaval también, eran los olvidados, una cosa que se sigue dando; con nosotros encontraron ese lugar. Yo viví muchas cosas en el carnaval, pero de esas conmovedoras que te dejan cimbrando. Cuando bajábamos, todos teníamos un rol muy especifico. Yo era el abrazador, y abrazaba cuanta viejito me encontraba en el camino. Un día, creo fue en el tablado Malvin, me le tiro a una señora que tenía como 80 años. Cuando la estoy soltando, se para y me dice: ‘¿Sabes cuanto tiempo hace que no me abrazan?’ Quedas congelado. Por eso, es que la murga BCG no fue conceptual, fue más orgánica, de cuerpo a cuerpo», recordó.
Escuchá la entrevista completa de Nadie Se Atreve a Jorge Esmoris:
Emisión del programa: sábado 9 de julio de 2022
Foto de portada: Rafael Ernaut