Los heridos llegan a los 63.000. Si sumamos las muertes en Siria ya superan los 15.800 los fallecidos.
Las críticas al gobierno de Erdogan aumentan por lo que señalan la inexistencia de un Gobierno eficiente y de un Estado capaz de garantizar la seguridad a los ciudadanos por la falta de controles en la construcción de los edificios que han sido destruidos por el sismo.