En el momento de su deceso, el 23 de setiembre de 1973, la causa oficial fue el cáncer de próstata que padecía. Sin embargo, durante mucho tiempo, se manejó la hipótesis de que uno de los poetas más importantes de Chile fue asesinado por las fuerzas represoras de la dictadura de Augusto Pinochet.
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, era uno de los aliados más destacados del gobierno de Allende y estaba a pocas horas de huir hacia México cuando muere. En 2011, 38 años años después, su exchófer y guardaespalda, Manuel Araya, dijo que el poeta chileno fue envenenado durante su internación en la Clínica Santa María de Santiago.
Según Araya, «Neruda había sido inyectado misteriosamente en el estómago poco antes de su muerte». El miércoles, un equipo de expertos forenses internacionales entregó a un juez chileno su informe final sobre el análisis de los restos exhumados de Neruda.
Los científicos encontraron en el cuerpo de Neruda un tipo de bacteria potencialmente tóxica que, de manera natural, no debería estar allí y confirmaron que estaba en su sistema cuando murió.
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Foto de portada: Fundación Pablo Neruda