Luciana Bentancur tenía 35 años cuando la asesinaron en su casa, donde también tenía su consultorio odontológico, en la localidad de Castellanos en el departamento de Canelones, en setiembre de 2019.
Por este caso hay cuatro personas condenadas. Las primeras dos resoluciones de la Justicia llegaron en diciembre de 2021, cuando dos hombres fueron condenados a 10 años de prisión, mediante proceso abreviado, por ser coautores de un delito de homicidio especialmente agravado.
Las últimas dos llegaron el pasado viernes. Un joven de 23 años fue condenado a 29 años de prisión por el delito de homicidio muy especialmente agravado, mientras que un hombre de 44 fue declarado inimputable y cumplirá su pena en el Hospital Vilardebó.
El homicidio
Era la noche del 4 de setiembre de 2019. Cuatro hombres estaban reunidos en una casa de Castellanos, como solían hacerlo, pero en esta oportunidad el ambiente era distinto.
Las personas estaban planeando algo nuevo para ellos: un robo. Los delincuentes sabían que Luciana tenía una importante suma de dinero en su casa y, que en esa noche, estaba sola ya que su hijo se quedaba con el padre.
Algunos de los hombres conocían a la víctima e incluso uno de ellos se había atendido en su consultorio odontológico meses antes. Luciana llegó a su casa sobre las 21 horas de un curso de capacitación en cirugía que realizó en Montevideo.
Los delincuentes llegaron a la vivienda y pusieron en marcha el plan. Uno de ellos se quedó de campana, pero era quien había obtenido el dato de que Bentancur estaba sola, dato que se lo dijo el encargado de la carpintería donde él trabajaba.
Entraron con los rostros al descubierto y sin forzar la puerta. Luciana los reconoció y se resistió. Uno de ellos la atacó y la apuñaló 49 veces.
Para la Fiscalía el feroz ataque se explica en las condiciones psíquicas del agresor y que la víctima lo reconoció.
Luego de esa situación, revisaron el consultorio y sacaron de un bolso el dinero y el hombre que apuñaló a Luciana lo guardó en los genitales. En este sentido, tiraron la ropa ensangrentada y se retiraron del lugar.
El día después
Las preguntas por el paradero de Luciana comenzaron por la mañana del día siguiente. Su expareja, padre del hijo, intentó contactarla porque no había ido a buscar al niño.
En este sentido, el hombre procedió a llamar a la madre para contarle sobre la situación. Después, llamó a una mujer que era empleada de una cooperativa que quedaba en frente a la casa y le pidió que fuera para ver si había sucedido algo.
La mujer llamó en repetidas ocasiones y no obtuvo respuestas por lo que la preocupación comenzó a crecer. Ante esta situación, se comunicó con otro compañero, entraron a la casa y se encontraron con la escena.
Una apelación en proceso
Fuentes de la investigación indicaron a 970 Noticias que la defensa de la familia de Luciana está trabajando en una apelación a la sentencia de la Justicia. Según explicaron, no están de acuerdo con la decisión de declarar inimputable al hombre de 44 años que cumplira su pena en el Hospital Vilardebó.
De igual forma, no hay nada concreto, pero existe una “gran chance” de que suceda.
Foto: archivo 970 Universal