El histórico cantante español, Joaquín Sabina, fue condenado a pagar 2,5 millones de euros a la Hacienda española. Esto se debe a una sentencia de la Audiencia Nacional, máximo tribunal español, que afirma que el andaluz cedió sus derechos de autor a empresas familiares, y esto se considera una forma de evasión fiscal.

Esta condena se confirmó en las últimas horas, debido a que el Tribunal Supremo desestimó un recurso que había presentado Sabina frente a la sentencia, promulgada en abril de 2022. Esta deuda se remonta a los años 2008, 2009 y 2010, y está relacionada a la declaración de IRPF de dichos años.

Según el inventario de la sentencia, a la que accedió el medio Europa Press, el artista era dueño, junto con sus familiares, de tres empresas: Ultramarinos Finos, Relatores y El Pan de Mis Niñas. Con estas organizaciones gestionaba sus derechos de autor, además de inmuebles en Madrid, entre otras cosas, y durante estos tres años generaron 12 millones de dólares. El tribunal afirmó que estos ingresos tienen una relación directa con el demandante, por cobros facturados o por derechos de autor.

La resolución explica que los miembros del tribunal decidieron no admitir el recurso sin realizar una investigación a fondo. En su defensa, el cantante alegó que no tenía relación con alguna de esas sociedades. Deberá pagar la cifra que adeuda más intereses, y debido a que la sentencia está firme, no podrá recurrir esta decisión otra vez.

 

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