A dos semanas del cese de la emergencia hídrica, OSE informó que dejó “sin efecto la prohibición del uso del agua potable para fines no prioritarios”, que regía desde el 10 de febrero en las zonas mayormente afectadas por la sequía”.

La prohibición abarcaba el riego, lavado de veredas y patios exteriores, lavado de vehículos por parte de particulares y llenado de piscinas.

La Administración de las Obras Sanitarias del Estado emitió un comunicado donde indica que a pesar de la finalización del déficit hídrico, “se exhorta a la población a continuar realizando un uso responsable del agua potable como forma de preservar el recurso frente a futuras crisis hídricas”.

Por último, se agradece “la comprensión y el apoyo de la población para poder superar los inconvenientes de estos últimos meses sin la necesidad de llegar a realizar interrupciones en el servicio”.