Un ataque alcanzó el patio de un hospital en Gaza y dejó al menos 500 muertos, según el ministerio de Sanidad gazatí, mientras que cientos de personas resultaron heridas. Unas 4 000 personas se habían refugiado en este establecimiento a raíz de la guerra entre Hamás e Israel.
La Autoridad Nacional Palestina responsabilizó a Israel del bombardeo del hospital anglicano Al Ahli, afirmando que supone un crimen contra la humanidad y que Israel debe responder por ello ante los tribunales internacionales, y declarando tres días de luto nacional.
Por su parte, Israel responsabilizó a la Yihad Islámica de la matanza en el hospital. Según el Ejército israelí, la explosión se debió a un lanzamiento fallido de cohetes por milicianos del grupo Yihad Islámica Palestina hacia Israel.
Un portavoz del Ejército israelí aseguró que «múltiples fuentes de Inteligencia indican que la Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido del cohete que impactó en el hospital».
Hasta el momento, más de tres mil palestinos han muerto en la operación de represalia del Ejército de Israel, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, mientras que unos diez mil palestinos han resultado heridos por los bombardeos.
El Ejército israelí difundió imágenes de un ataque en el que habría muerto Ayman Nofal responsable de la brigade centrale des brigades Izz al-Din al-Qassam, brazo armado de hamás. El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) confirmó la muerte de su dirigente a quien Israel culpa de numerosos ataques terroristas.
Con los datos disponibles, es el miembro de más alto rango de la rama militar de Hamás que ha muerto desde que comenzó la guerra. Sin embargo la presión militar israelí, que ha movilizado a 360 000 reservistas, no ha detenido los ataques con cohetes desde la Franja.
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