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Este domingo se inicia el año electoral con tres grandes tableros políticos bien definidos según las internas de cada partido.
El 29 de octubre es la fecha límite para que renuncien quienes quieran postularse a cargos electivos en la elección nacional y estén ocupando cargos en empresas públicas y entes estatales.
A un año de los comicios nacionales obligatorios los tres tableros centrales que se presentan son bien diferenciados.
El del Partido Colorado aún es incierto, y puede plantearse una elección interna pareja, aunque Robert Silva –luego de la confirmación de Pedro Bordaberry de no salir a la cancha– lo posiciona como favorito.
El del Frente Amplio –donde todos posicionan a Yamandú Orsi con un margen de favoritos– es la competencia interna que se visualiza un final abierto.
Pero es la competencia interna del Partido Nacional donde todos los indicadores muestran que después de muchísimos años, y muchísimas elecciones se presenta como la elección menos competitiva, a no ser que se produzcan grandes cambios en el escenario.
Tras la confirmación de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón de no salir a competir en la elección interna blanca, y anunciar su apoyo a la precandidatura de Álvaro Delgado, los equilibrios internos blancos quedaron ciertamente desequilibrados y aun se pueden desequilibrar más con las definiciones que restan por tomar.
Esto lleva a que en una interna, con el peso de la estructura, el apoyo de los sectores, el apoyo económico, sumado al respaldo de venir con “la chapa del comisario” (Luis Lacalle Pou), la candidatura de Álvaro Delgado saldrá a la cancha casi con la elección ganada.
Tiene que pasar algo muy grande para que eso cambie, y así incluso lo muestran las encuestas.
Esto tiene una significación muy importante a la hora de comenzar a pensar en cómo conformar la fórmula blanca futura.
Y hay un nombre que ya circula con mucha fuerza y ha sido analizado muy seriamente entre los principales dirigentes del comando de Delgado: la ministra de economía Azucena Arbeleche.
Escuche la columna completa de Pablo Fernandez en Alfiles y Peones aquí:
