Columna de Fabián Tiscornia:
En las últimas semanas se movió el avispero económico de la campaña de cara a las elecciones de octubre próximo y de ese debate y lo que implica fue abordado por nuestro columnista y experto en economía, Fabián Tiscoria en su columna «Que alguien lo explique».
Según explicó, todo empezó a raíz de declaraciones del economista Gabriel Oddone, quien va a ser el ministro de Economía y Finanzas en caso que Yamandú Orsi sea electo presidente.
¿Qué dijo Oddone? Algo que ha dicho varias veces, pero que ahora en medio de la campaña electoral resuena de otra manera y es: desindexar los precios de la economía, entre los que están los salarios.
¿Qué es lo que plantea Oddone? La economía uruguaya tiene un conjunto de precios que ajustan en forma automática por la inflación o consideran a la inflación dentro de sus paramétricas de ajustan, los alquileres por ejemplo, los peajes, contratos de proveedores del Estado y entre ellos los salarios.
Vamos a poner el foco en los salarios que es lo que generó este debate.
Oddone se refería allí a lo sucedido en la negociación salarial del año pasado. Los aumentos de salarios se hicieron con una estimación de inflación, que en los hechos terminó siendo menor.
¿Qué pasa cuando la inflación es menor a la que se había estimado para dar el aumento salarial? El trabajador, gana más poder de compra. Eso es en definitiva lo que le interesa a quien cobra un salario: si gana o pierde de compra.
¿Qué pasa cuando la situación es inversa, es decir, cuando la inflación estimada para establecer el aumento del salario, en los hechos termina siendo menor a la que se da en la realidad? El trabajador pierde poder de compra. Por eso en los Consejos de Salarios hay una cláusula para que si eso pasa, en el ajuste siguiente, el trabajador no solo perciba el aumento determinado sino también una compensación por la diferencia entre la inflación que se estimó y la que se dio en los hechos. Así, no pierde poder de compra.
¿Qué plantea Oddone entonces? Ahora, que la inflación es baja para lo que es la historia de Uruguay, está en 5,45% en los 12 meses cerrados a julio, hay que aprovechar para quitar estos mecanismos indexatorios.
¿Por qué? Porque estos mecanismos están pensados para proteger al trabajador en el caso de los salarios, a los empresarios en el caso de otros precios por si la inflación se dispara.
Y lo que genera eso, es que si hay un efecto puntual como por ejemplo lo vivimos el año pasado con la sequía, la inflación se acelere por uno o dos meses y estos mecanismos de ajuste lo que hacen es tirar más combustible al fuego inflacionario. ¿Por qué? Porque si se trata de un efecto puntual como ocurrió con el precio de algunas verduras y eso tiene un impacto de un par de meses y luego vuelven a niveles más bajo, via ajustes automáticos en otros precios se están metiendo en forma más permanente y ya no puntual.
Por eso, quien sería ministro de Economía en caso de ganar Orsi, propone esto que es: aprovechemos ahora que la inflación está baja para darle otro golpe quitando mecanismos de ajuste automático.
También aclara Oddone que en los salarios más bajos hay que mantener algún mecanismo de protección e incluso fue un paso más allá y habló de los trabajadores informales, es decir aquellos que no están registrados y por tanto tampoco están alcanzados por los ajustes de los Consejos de Salarios.
Entonces, la pregunta clave es: ¿va a bajar el poder de compra de los salarios?
De acuerdo a este planteo de Oddone, aquellos trabajadores formales con salarios bajos, no van a perder poder de compra poque van a mantener algún tipo de resguardo. También plantea que hay que pensar algo para aquellos trabajadores informales.
Ahora, ¿qué pasa con el resto? Depende. Oddone señala en su reciente libro “El Despegue” que los ajustes guarden relación con algún indicador que se aproxime a los resultados de las empresas y que se utilice un indicador menos volátil que el IPC, esto implicaría tomar la inflación quitando algún componente como puede ser el de frutas y verduras. Con ello, dice Oddone, se evitaría que eventos transitorios y circunstanciales se consoliden y propaguen a todo el sistema de precios a través de los salarios.
Entonces, ¿de qué dependerá de que el resto de los salarios, los salarios de más de $ 25.000 por poner un número, ganen o pierdan poder de compra? Si el Banco Central sigue siendo creíble como hasta ahora en que puede mantener la inflación dentro de la meta (que actualmente es entre 3% y 6%), los salarios no sumergidos podrían mantener su poder de compra. Ahora, si la inflación se disparara, claramente pasarían a perder poder de compra.
La apuesta de Oddone es: si desindexo los precios de la economía voy a lograr una inflación baja y estable, y por tanto no habría pérdida salarial para los trabajadores. Es una apuesta que claramente va a requerir el consenso de los sindicatos y los empresarios.
Pero hay otro debate adicional y ya a nivel más general que es el que planteó el candidato a presidente del Partido Nacional, Álvaro Delgado.
Y sin entrar en el fondo de la discusión, el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi se mostró dispuesto a un debate de equipos económicos, cuando lo nomine.
Ahora, ¿alguien cree que realmente hay dos modelos económicos opuestos entre el Partido Nacional (como socio mayoritario de la coalición actual del gobierno) y el Frente Amplio?
Repasemos muy brevemente algunas áreas.
En inserción internacional, tanto el actual gobierno como el anterior del Frente Amplio buscaron tener un acuerdo comercial con China (en ambos casos se chocaron contra el Mercosur), cerrar el acuerdo con la Unión Europea, flexibilizar el Mercosur para permitir que Uruguay firme acuerdos comerciales con terceros, mejorar la situación del comercio intra-Mercosur.
Tanto el Partido Nacional y el Frente Amplio creen que la inversión extranjera juega un rol clave para el crecimiento de la economía y lo hemos visto en la hasta ahora mayor inversión extranjera en la historia de Uruguay, que comenzó negociando el gobierno del Frente Amplio y se terminó concretando en el actual período.
Ambos partidos o gobiernos creen que el orden macroeconómico, el respeto a las reglas de juego, son condiciones absolutamente necesarias para el desarrollo de Uruguay.
Tanto Delgado como Orsi han marcado que el combate a la pobreza infantil es una de sus prioridades de gobierno.
Por supuesto que hay diferencias en algunos enfoques o instrumentos a utilizar a nivel económico, pero no hay dos modelos económicos opuestos.
Para ponerlo en claro, ni el Partido Nacional está planteando privatizar las empresas públicas ni el Frente Amplio nacionalizar la banca o hacer una reforma agraria. Hay matices, hay diferencias, pero nada diametralmente opuesto.