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En un hecho calificado como histórico, el pasado viernes se anunció el cierre del acuerdo técnico entre el Mercosur y la Unión Europea tras 25 años de idas y vueltas en negociaciones.
¿Qué implica este acuerdo? ¿Qué efectos puede tener para Uruguay?
Empecemos por la historia de este acuerdo. Se comenzó a negociar en 1999 y en 2004, se suspendieron las conversaciones ante las dificultades de ponerse de acuerdo. Las negociaciones se retomaron en 2010 y volvieron a suspenderse, aunque con avances, en 2013.
En 2016 se retomaron las negociaciones y en 2019 se anunció que la parte técnica del acuerdo estaba cerrada y pronta para ser traducida. Sin embargo, los incendios en el Amazonas y la pandemia, sumado a lo que se entendía como falta de compromiso ambiental de parte del gobierno de Brasil de Jair Bolsonaro, llevaron a Europa a pedir una adenda ambiental al pacto.
Así, tras nuevas negociaciones con el liderazgo de Brasil bajo la presidencia de Luiz Inacio Lula Da Silva y el apoyo constante de Uruguay en el Mercosur, sumado al contexto geopolítico en Europa con la guerra Rusia-Ucrania, se llegó al esperado anuncio del viernes.
En este caso, el pacto entre Mercosur y la Unión Europea crea uno de los mercados más grandes del mundo, de 700 millones de personas.
¿Por qué es relevante esto?
En 2023 las exportaciones uruguayas de bienes al bloque totalizaron US$ 1.930 millones y la Unión Europea fue el tercer destino de exportación, con el 17% del total exportado.
La celulosa y la carne bovina fueron los principales productos que Uruguay le vendió a la Unión Europea, juntos representaron más del 66% del total, según un informe del Instituto Uruguay XXI.
En 2022 los productos uruguayos pagaron US$ 73 millones por concepto de aranceles asociados a las exportaciones de bienes a la Unión Europea. El arancel, es una suerte de impuesto que pagan los productos en este caso uruguayos al entrar en la aduana europea. Se definen como un porcentaje del precio generalmente, aunque también hay aranceles definidos en cierto monto por kilo.
De los US$ 73 millones en aranceles que los productos uruguayos pagaron para entrar a la Unión Europea en 2022, la carne bovina representó el 60%, seguido en mucho menor medida por los aranceles asociados al arroz, lácteos y miel, entre otros productos.
Pero también la Unión Europea es el principal inversor para Uruguay. Las empresas de países de ese bloque representaron en 2023 el 42% del stock de inversión extranjera directa. Según el informe de Uruguay XXI, las inversiones europeas han sido fundamentales para el desarrollo de algunos sectores estratégicos en Uruguay como el agropecuario, forestal, energético o el de servicios globales.
Hasta ahí vimos la importancia que tiene la Unión Europea para Uruguay como socio estratégico en comercio e inversiones. Ahora vamos a ir directamente a este acuerdo entre el Mercosur y el bloque europeo.
Hay un primer efecto claro en acuerdos comerciales de este tipo que es la desgravación arancelaria. Es decir, productos uruguayos que pagan este impuesto al entrar a la Unión Europea, que dejarán de pagarlo.
Lo mismo ocurre a la inversa, hay productos europeos que pagan aranceles para entrar a Uruguay que dejarán de hacerlo.
En concreto, la UE eliminará los aranceles para el 92% de las exportaciones del Mercosur y el bloque sudamericano suprimirá aranceles para el 91% de las importaciones que se realicen desde el bloque europeo.
Esto implica una primera ganancia para los exportadores uruguayos: veíamos antes que carne y celulosa son más del 66% de las exportaciones actuales.
La tasa de arancel promedio pagado en 2022 por Uruguay a este bloque fue de 4%, con máximos en lácteos, miel y carne bovina.
Según un informe de la Cancillería uruguaya, “la eliminación de esa barrera arancelaria al final del período de desgravación será una de las principales ganancias para Uruguay en el Acuerdo de Asociación Mercosur – Unión Europea”.
También implica una pérdida en este caso de recaudación para el Estado uruguayo, al dejar de percibir esos aranceles de productos europeos.
Ahora, no todo esto ocurre de inmediato. El 70% de los aranceles de la Unión Europea sí entra a regir desde el momento cero. Entre los productos de interés exportador uruguayo beneficiados por esto están: la pesca, manzanas, peras, arándanos, legumbres, algunos derivados del cuero, bebidas (agua mineral, cervezas y espirituosas), harina y porotos de soja, tops de lana peinada, entre otros.
Los restantes aranceles serán desgravados en períodos de 4, 7 y 10 años (“canastas de desgravación”). Ejemplos de productos de interés para Uruguay que serán desgravados en esas canastas son: hortalizas, plantas y tubérculos alimenticios, cítricos, aceites vegetales, preparaciones alimenticias, mermeladas, jaleas y otras preparaciones en base a frutas, hortalizas en conserva, algunos derivados de la lana, entre otros.
Según el informe de Cancillería, “el resultado obtenido para productos como cítricos, pesca y cueros son de especial relevancia ya que estos habían perdido sus condiciones preferenciales de acceso al mercado europeo tras la caída del Sistema Generalizado de Preferencias en 2014”.
Ahora, los productos más sensibles como por ejemplo la carne bovina y los lácteos tienen cuotas de acceso. ¿Qué implica esto? Que hasta cierta cantidad de toneladas no pagarán arancel, pero por encima de ellas sí.
En el caso de la carne bovina, actualmente Uruguay ingresa al mercado europeo a través de cuatro cuotas: la Hilton donde Uruguay paga un arancel de 20%; la Bilan donde paga un 15%, la GATT donde paga un 20% y la 481 que no paga arancel.
La que ingresa fuera de esas cuotas paga aranceles de entre 44% y 60%.
¿Qué implica el acuerdo en este caso?
La carne uruguaya que ingresa bajo cuota Hilton pasará de pagar 20% de arancel a 0%.
Pero, además, el Mercosur recibe una cuota de 99.000 toneladas (esto es gradual y se completa a los cinco años de entrada en vigencia) con un arancel de 7,5%. Esta cuota todavía no fue repartida entre los países del Mercosur.
En el caso del arroz, actualmente Uruguay paga aranceles de 7% para entrar a la Unión Europea y con el acuerdo el Mercosur obtiene una cuota de 60.000 toneladas sin arancel. Cabe destacar que Uruguay es el responsable de la mayoría del arroz que sale del Mercosur a la Unión Europea.
Para los lácteos, el Mercosur y la Unión Europea se otorgan en forma recíproca cuotas de acceso. Para la leche en polvo son cuotas de 10.000 toneladas a ser implementadas en 10 años. Para los quesos son cuotas de 30.000 toneladas a ser implementadas en 10 años. En estos casos, son tanto oportunidades de exportación, como también competencia en el mercado uruguayo de lácteos europeos.
Otro producto que genera efectos tanto para que Uruguay exporte como también competencia para productos uruguayos en el país es el de los vinos.
Con el acuerdo, la Unión Europea eliminará gradualmente, en cuatro años, los aranceles a los vinos embotellados en envases de hasta 5 litros, mientras que el Mercosur lo hará en ocho años.
El informe de la Cancillería uruguaya señala que “desde un punto de vista ofensivo, los exportadores uruguayos podrán acceder al mercado europeo en igualdad de condiciones que los exportadores de otros países productores de vino que ya cuentan con acuerdos comerciales”. Por poner un ejemplo, Chile.
“Por otra parte, desde un punto de vista defensivo, y ante temores por el impacto del ingreso de vinos europeos a nuestro mercado, los tiempos hasta el ingreso efectivo al mercado serán suficientemente largos como para permitir la adaptación del sector”.
Para el final, hay otra gama de efectos que es más difícil de prever. Hasta ahora vimos los efectos directos sobre una serie de productos. Pero, el comercio entre países o bloques no es algo estático.
¿Esto qué significa? Que actualmente hay productos que quizás no tienen a la Unión Europea como un mercado relevante por los aranceles que tienen que pagar y a partir del acuerdo sí. También implica para industrias uruguayas enfrentarse a competencia que hoy no tienen de parte de Europa.
Por otro lado, para industrias uruguayas el acuerdo también puede representar poder acceder a maquinaria, equipos y tecnología a menores costos por la importación libre de aranceles de estos.
El otro aspecto relevante es las inversiones que esto puede generar en Uruguay de empresas europeas que quieran aprovechar el acuerdo y establecer por ejemplo centros de distribución de sus productos al Mercosur en el país.