El arquitecto Carlos Perez Larrañaga tuvo el privilegio de construir el edificio que albergaría a una de las tiendas más importantes del país: Soler. Una tienda por departamentos que fue referencia en los años 40,50 y 60. Hoy ese mismo edificio, propiedad de la Corte Electoral, tiene plazo de venta.
Hasta el 30 de setiembre de este año recibirá propuestas para que el ingrato destino que hoy tiene, pueda cambiar. La Corte divulgó en su página el llamado a licitación pública con los detalles de la propiedad: un único padrón de 2.527 metros cuadrados. La superficie comprende el primer piso en su totalidad, y parte del primer subsuelo, el entrepiso, el segundo y el tercer piso.
El edificio tiene entrada tanto por Agraciada como por Marcelino Sosa. Hasta el 30 de setiembre… después, cuando se concreten las cosas, el majestuoso edificio podrá ser –ojalá- una tienda… o una iglesia, o condenado a la piqueta demoledora.
“Soler tiene, Soler conviene” era su slogan. Ojalá que desde setiembre, el destino que tenga Soler le convenga… Porque de ser así, convendrá a todos los uruguayos.