La empresa Uber inició este miércoles un servicio de alquiler de vehículos autónomos, superando a sus rivales de Detroit y Silicon Valley. Una flota de cuatro vehículos Ford Fusion sin conductor, pero dotados con tecnología Lidar, cámaras y otro tipo de sensores, estará a disposición de los clientes de Uber en las calles de Pittsburgh, ciudad del estado de Pensilvania, que se ha convertido en un polo de desarrollo para las nuevas tecnologías en la costa este de Estados Unidos.

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Autonomía, pero con apoyo

Aun así, y para estar seguros, en una primera instancia los pasajeros no estarán solos a bordo, sino en compañía de dos técnicos. Uno se sentará en la plaza del conductor sin tocar el volante; el otro observará el comportamiento del vehículo

La empresa no ha puesto plazos, pero se espera que en poco tiempo solo sea necesario un técnico detrás del volante, para intervenir en caso de necesidad y cumplir con las normas estatales que requieren conductores en los coches. El objetivo es lograr cero intervención y ningún técnico a bordo, dijeron los representantes de Uber.

Los principales fabricantes cuentan con programas de desarrollo de vehículos autónomos, al igual que los gigantes de la tecnología Google y Apple. Y muchos fabricantes ya cuentan con coches en la calles con tecnología de asistencia al conductor muy avanzada, fundamentalmente Tesla. De hecho, la propia Uber dijo que se asociará con Volvo para desarrollar autos autónomos. BMW y Ford, por su parte, dicen que 2021 será el año en el que se masificará esta tecnología.

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También en Singapur

En Singapur la empresa nuTonomy, puso seis vehículos autónomos en las calles a fines de agosto último. Pero el experimento de Singapur está por el momento limitado a una pequeña área en la muy llana y bien planificada isla del sudeste asiático. El paisaje de Uber es todo Pittsburgh, una de las grandes ciudades estadounidenses llena de lomas, calles angostas, puentes y autopistas.

Lo que permitió a Uber colocarse al frente del sector no fue la ingeniería automotriz, sino más bien su capacidad de acumular y procesar grandes cantidades de información sobre las condiciones de manejo por los miles de millones de calles que recorren los choferes de Uber.