Espionaje, amor y odio, no son los temas centrales de la próxima película de James Bond. Se trata de un nuevo enfrentamiento entre Google y Microsoft por una vulnerabilidad en la seguridad de Windows 10 que, aparentemente, fue aprovechada por un grupo de hackers relacionados con el gobierno ruso y con los ciberataques al Comité Nacional Demócrata.
La compañía fundada por Bill Gates, justamente, reconoció ayer la existencia de esta falla en la última versión de su sistema operativo, el cual estaba siendo explotada por ciberpiratas sospechados de haber llevado a cabo ataques contra instituciones políticas estadounidenses.
El grupo en cuestión, que Microsoft llama Strontium, lanzó una campaña de ataques contra agencias gubernamentales o instituciones diplomáticas y militares, escribió Terry Myerson, vicepresidente de la compañía y encargado de Windows, en el blog del grupo.
Strontium, que también recibió otros nombres, es generalmente señalado por los expertos en ciberseguridad como una operación de piratería sofisticada que tiene lazos con Rusia. Incluso hasta se sospecha que es responsable de haber hackeado los servidores del Partido Demócrata.
Hace una semana, Google había revelado al público la existencia de una falla de seguridad «particularmente seria» en Windows 10, que le permitía a los atacantes acceder a información personal y que «está siendo activamente explotada», y Microsoft cuestionó al gigante de Internet por no haberle dejado tiempo de repararla.
Google lleva adelante desde 2013una política para detectar agujeros de seguridad en los sistemas y les da a los desarrolladores un período de 60 días para arreglarlos, siempre que no se sospeche que esas fallas están siendo explotadas; en cambio, otorga siete días para repararlas si considera que está siendo utilizadas.
Esta no fue la primera vez que el buscador más popular de Internet da a conocer las vulnerabilidades de Windows: lo hizo en 2015 con la versión 8.1 del sistema operativo, 90 días después de informarle del problema a Microsoft, recordó el diario británico The Guardian.
(Fuente: Agencias)