Argentina volvió a mostrar una desastrosa versión y cayó aplastada ante una magnífica selección brasileña, que es el monumento a la efectividad y funcionalidad. Sin «jogo bonito», pero con un grupo de jugadores que realmente trabaja en equipo y un Neymar que cumple a la perfección el rol de estrella y figura. Todo lo contrario a lo que pasa con la albiceleste y Lionel Messi.

Si bien los visitantes salieron a buscar la impostergable victoria desde el primer minuto, su juego fue desordenado y apeló exageradamente a las individualidades. Messi trató de manejar los hilos, pero se encontró con una férrea (y por momentos violenta) defensa del dueño de casa, donde Fernandinho pudo ser expulsado luego de un par de patadas al astro apenas comenzado el partido.

No obstante, los norteños supieron controlar los embates y cuando tuvieron una oportunidad hicieron lo que hacen siempre desde que Tite tomó las riendas del equipo: la aprovecharon. A los 25′ Neymar se la dio de taco a Philippe Coutinho contra la izquierda y el jugador de Liverpool desplazó el balón hasta el medio del área, donde definió magistralmente al arco defendido por Sergio Romero. – See more at:

El gol bajó las revoluciones de los dirigidos por Edgardo Bauzá y Brasil no tuvo problemas para controlar el partido el resto de la primera parte. Para mal de colmos de la albiceleste y para cortar cualquier chance de remontada, cuando el primer tiempo se terminaba Neymar recibió un espectacular pase en profundidad de Gabriel Jesus y definió con su habitual clase y tranquilidad para poner el 2 a 0.

Ese gol tardío terminó de desarmar animicamente a una muy golpeada selección argentina, donde sus figuras se saben extremadamente cuestionadas y no logran armar un juego en equipo para tratar de sobreponerse a la mala situación que viven. El DT tampoco sabe que hacer con el equipo y, por más cambios que realiza, no encuentra los resultados. Messi estuvo desaparecido toda la segunda parte y se mostró muy molesto cada vez que la cámara lo enfocó.

La visita fue un saco de nervios en todo el segundo tiempo y un claro ejemplo es una patada que Ramiro Funes Mori le propinó a Neymar cuando corrían 56 minutos, plagada de impotencia y al borde de la tarjeta roja. Para completar la pesadilla, a los 58′ Renato Augusto recibió un notable cambio de frente de Marcelo y habilitó a Paulinho, que ayudado por un rebote definió lejos del alcance de Romero y liquidó totalmente el pleito.

De allí en más los brasileños, sabiéndose ganadores, se dedicaron a florearse en la cancha, dejando un poco de lado el juego funcional y remontándose por momentos a la época del jogo bonito. Argentina no encontró en ningún momento la forma de incomodar al rival y sus jugadores se mostraban cada minuto más ofuscados y proclives a golpear a los de la verdeamarela.

Luego de cinco victorias al hilo desde que asumió Tite, la máquina norteña se ubica primera con 24 puntos, uno por encima de Uruguay y muy cerca de clasificiar al Mundial. La albiceleste, en cambio, se encuentra sexta, a un punto de la zona de clasificación pero también a dos del octavo puesto, que es ocupado por Perú. El equipo de Bauzá deberá pelear por dos lugares y medio con otros cinco países, en una lucha que será muy dura.

BRASIL 3-0 ARGENTINA

Estadio: Mineirao

Juez: Julio Bascuñán (Chile).

BRASIL: Alisson; Dani Alves, Miranda (86′ Thiago Silva), Marquinhos, Marcelo; Fernandinho, Renato Augusto, Paulinho; Philippe Coutinho (84′ Douglas Costa), Neymar y Gabriel Jesús (83′ Roberto Firmino).
DT: Tite.

ARGENTINA: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori, Emmanuel Más; Javier Mascherano, Enzo Pérez (46′ Sergio Agüero), Lucas Biglia, Angel Di María (70′ Angel Correa); Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.
DT: Edgardo Bauza.

Goles: 24′ Philippe Coutinho (B), 45′ Neymar (B), 64′ Paulinho (B).

Tarjetas amarillas: 5′ Fernandinho (B), 58′ Marcelo (B), 55′ Ramiro Funes Mori (A), 63′ Nicolás Otamendi (A), 83′ Lucas Biglia (A).