La Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) informó ayer miércoles 16 que recibió 44 denuncias de abusos sexuales cometidos por 40 sacerdotes de todo el país.
Las acusaciones abarcan a un período de 70 años y el resultado de la investigación realizada por la Iglesia fue que, de los 40 sospechosos, 20 están muertos, nueve están en investigación, siete son inocentes y cuatro fueron suspendidos de ejercer el sacerdocio.
Dos de los sancionados cometieron abusos con menores de edad hace más de cinco años, ninguno de ellos está en Uruguay. Los otros dos cometieron faltas al celibato (es decir, no fue con menores de edad) y recibieron una suspensión temporal.
Del total, 18 casos son de hace más de 40 años y 16 son de entre hace 20 y 40 años. Cinco acusaciones remiten a entre 10 y 20 años atrás y los casos más recientes son de hace cinco años, ninguno contra menores de edad sino contra mayores.
La Iglesia no elevó ningún caso a la Justicia porque, o bien prescribieron, o bien no son considerados un delito civil. El protocolo de la CEU recomienda a los afectados hacer las denuncias pertinentes cuando corresponda, caso que no se ha dado por ahora.
De los 44 expedientes, 20 fueron remitidos a superiores de órdenes religiosas y los restantes, a los obispos correspondientes.
“Así sea una sola denuncia, nos produce mucho dolor”, dijo el Cardenal Daniel Sturla en conferencia de prensa, en la que estuvieron también Mons. Carlos Collazi -Obispo de Mercedes y presidente de la Conferencia Episcopal- y Mons. Milton Tróccoli, Obispo Auxiliar de Montevideo y secretario de la CEU.
El Cardenal expresó la “firme disposición a recibir, escuchar y acompañar a las víctimas, investigando y procediendo con rigor”. Leyendo una frase del comunicado, agregó: “Asumimos que el compromiso es permanente para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir nunca más en ningún ámbito eclesial”.
El Arzobispo de Montevideo comentó que “todo esto ha sido muy penoso por el dolor de las víctimas y en algunos casos porque se expuso a personas que resultaron inocentes”. Ante una pregunta, Mons Tróccoli respondió que la Iglesia no hizo denuncias judiciales por difamación contra aquellos cuya identidad fue divulgada pero que resultaron inocentes.
En algunos casos, cuando los acusados ya fallecieron, la Iglesia intenta “ponerse del lado de las víctimas, tratar de compadecerse de su dolor”, indicó el Card. Sturla. Según su experiencia, “mucha gente ha querido ser escuchada”, más que iniciar procesos judiciales.
La CEU ha recibido acusaciones a través de una línea telefónica (095 382 465) que habilitó en abril. En los últimos cinco meses no tuvo ningún llamado.
Comisión para la Prevención
Los obispos anunciaron que, dentro de la órbita del Departamento de Educación Católica, se ha constituido la Comisión para la Prevención de Abusos Sexuales a Menores. Su tarea es elaborar y proponer proyectos normativos que garanticen ambientes seguros en parroquias y centros educativos, trabajando alineados con el Centro de Prevención del Vaticano.
Obispos, sacerdotes y educadores tuvieron cursos con expertos de la Iglesia de Chile sobre prevención de abusos.
El miércoles 1° de marzo, día en que comienza la Cuaresma, habrá en la Iglesia uruguaya una jornada penitencial en la que se pedirá perdón por las víctimas de abuso sexual contra menores en la Iglesia, de acuerdo con un pedido del Papa Francisco a todas las conferencias episcopales del mundo.