La Justicia resolverá en las próximas horas sobre las más de 150 personas que quedaron detenidas tras los disturbios del pasado domingo, que obligaron a suspender el partido clásico entre Peñarol y Nacional. Se registraron incidentes fuera del Estadio, en diversos puntos de la capital. Lo más grave ocurrió en la Tribuna Ámsterdam.

Pese al gran operativo policial anunciado, con unos mil efectivos desplegados en los alrededores del Centenario, y a las varias reuniones previas entre autoridades de diferentes organismos, nuevamente los hechos de violencia en torno al fútbol se hicieron presentes en la tarde de ayer.

El comienzo del partido estaba previsto para las 17:00 horas. Sobre las 15:30 horas, mientras el público comenzaba a ingresar al estadio, efectivos de la Guardia Republicana organizaban el ingreso en a la Ámsterdam por las diferentes puertas para evitar avalanchas. Los policías pedían a los hinchas que hicieran cuatro filas.

Minutos después un grupo de parciales aurinegros agredió al personal de boletería sobre la puerta 8 de la Ámsterdam. Por ese motivo, los funcionarios que atendían esa entrada abandonaron su puesto para resguardarse, lo que motivó que miles de hinchas quedaran fuera del estadio sin poder entrar.

A medida que pasaban los minutos el clima de violencia iba en aumento. Sobre las 16:00 horas comenzaron a volar las primeras piedras hacia la policía. Luego fueron botellas y latas de refresco. Estas últimas habían sido robadas dentro del estadio, donde también fueron asaltados vendedores de comida.

En ese momento, un hincha de Peñarol arrojó desde lo alto de la Ámsterdam una garrafa de gas de 13 kilos. Cayó en medio de un grupo de efectivos de la Republicana y golpeó a un policía y a un perro del plantel.

Faltando pocos minutos para que iniciara el partido, comenzó a manejarse la posibilidad de que el mismo se suspendiera. Por las puertas 9 y 10 los hinchas seguían entrando con normalidad al estadio, pero en la puerta 8 los problemas continuaban. Los grupos de choque tuvieron que avanzar, dado que varios hinchas pretendían ingresar por la fuerza. En ese marco se produjeron varias detenciones.

Finalmente el partido se suspendió, la tensión volvió a aumentar y varias personas fueron asaltadas en la tribuna. Primero fue desalojado el resto del Centenario, la Ámsterdam quedó para último momento. Afuera hubo nuevamente choques entre hinchas y la policía, donde se produjeron más detenciones. Se estima en más de 150 las personas que quedaron a disposición de la Justicia.

En declaraciones a VTV, el director nacional de Policía, Mario Layera, dijo que la policía no ingresó a la tribuna para evitar males mayores, debido a que también había familias con niños que no habían participado de los disturbios.

FOTO: Twitter Peñarol