A la fecha, 50 estatuas de Cristo, la Virgen María y los santos fueron desfiguradas y destrozadas tras una ola de crímenes perpetrados en varias ciudades de Alemania.
Los ataques a las imágenes religiosas fueron revelados el 8 de diciembre en un informe de la emisora estatal Westdeutscher Rundfunk (WDR) a través del programa de noticias, Lokalzeit Münsterland. Según el informe, las estatuas de la región de Münster, en el oeste de ese país, fueron blanco de una serie de actos vandálicos durante meses, incluyendo una imagen de Jesús con la cabeza cortada y miembros faltantes.
Mirko Stein, de la policía de Münster, dijo al canal de noticias que «un gran número de personas del barrio donde se encuentran las esculturas dañadas, están sorprendidas y asustadas».
«Basado en la intensidad de los actos del perpetrador, ya se puede concluir que este acto tiene un origen religioso«, añadió.
Por otro lado, un criminalista alemán llamado Christian Pfeifer cree que los crímenes fueron cometidos por alguien que está “furioso” y “detesta a la Iglesia«.
En los últimos dos años, han ocurrido más eventos destructivos dirigidos a las instituciones cristianas que dejaron decenas de estatuas desfiguradas.
Según el semanario de política y cultura alemán, Junge Freiheit, 40 capillas y estatuas fueron atacadas en el distrito vecino de Steinfurt durante los dos años anteriores a la actual oleada de crímenes.
La policía, que estimó un daño de decenas de miles de euros, estaba investigando a seis hombres con presuntos vínculos con extremistas islámicos, pero se rindió después de que tres se fueran a Siria, uno muriera y los otros dos desaparecieran.
La noticia del vandalismo salió a la luz en la misma semana que los miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se reunieron en Viena (Austria) para asistir a una conferencia sobre «Combatir la Intolerancia y las Discriminaciones a los Cristianos».
El representante permanente de la Santa Sede ante la OSCE, Mons. Janusz Urbanczyk, exhortó a las autoridades estatales a «actuar resueltamente» para proteger a los cristianos de todos los casos de “intolerancia, discriminación, crímenes de odio e incidentes violentos contra individuos, comunidades y lugares de culto cristianos”.
“El papel activo de las autoridades estatales en la protección y promoción de la tolerancia y la no discriminación puede realmente asegurar la paz y la seguridad», aseguró Mons. Urbanczyk.
Finalmente, añadió que es necesario “contribuir a crear un ambiente pacífico donde los cristianos, así como todos los demás grupos religiosos, puedan profesar y practicar libremente su fe».
Estas agresiones contra imágenes católicas se conocen algunos días antes de que este lunes 19 de diciembre un camión irrumpiera en un mercado de Navidad en Berlín, capital de Alemania, dejando al menos 9 muertos y unos 50 heridos.
La alerta de viaje se encuentra en vigor hasta el 20 de febrero de 2017.
A estos hechos se añade que en enero del 2016, también en Alemania, alrededor de 170 mujeres denunciaron agresiones sexuales y robos sufridos durante la noche del 31 de diciembre en la ciudad alemana de Colonia.
Una semana después de lo ocurrido, el Arzobispo de Munich y Freising y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Cardenal Reinhard Marx, señaló en un comunicado que “los excesos en Colonia y otras ciudades importantes son profundamente inquietante para nuestra sociedad y no se pueden tolerar de ninguna manera”.
Por otra parte, en la ciudad de Zurich, en Suiza -que limita con Alemania- al menos tres personas resultaron heridas en un tiroteo registrado cerca de un centro islámico.