El Ministerio de Ganadería decidió suspender todas las autorizaciones de importación de productos avícolas provenientes de Chile, tras constatarse la detección de un caso de influenza aviar en Valparaíso. Con la medida se apunta a mantener el estatus de país libre de esta enfermedad. La cantidad de productos importados no constituye, por el momento, un riesgo para la salud, dijo el subsecretario Enzo Benech.
La medida se adoptó en función de la detección de un caso de influenza aviar H7, circunscripto a pavos ubicados en la región de Valparaíso. Abarca a carnes frescas o huevos para consumo, aves vivas ornamentales o aves de un día y huevos fértiles para incubación.
La iniciativa de la Dirección General de Servicios Ganaderos fue oficializada al gobierno chileno a través de una nota remitida el martes 10 de enero al jefe de la División Protección Pecuaria del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile, José Ignacio Gómez Meza.
Ante esta situación y para evitar el ingreso del virus a nuestro país, Ganadería exhortó a productores, empresarios, veterinarios, técnicos, así como a otros actores vinculados a la cadena avícola, a reforzar las medidas sanitarias de prevención contra esta afección.
«El objetivo es proteger la calidad de país libre de esta enfermedad”, señaló en rueda de prensa el subsecretario de la cartera, Enzo Benech. “Son medidas de prudencia, tratando de no perjudicar a nadie, dándole garantías a la población y a nuestros productores”, añadió.
El jerarca informó que la cantidad de productos avícolas que se importan desde Chile hacia nuestro país es relativamente escasa, la estimó en unas 250 toneladas. La decisión de suspender la importación está basada en el cumplimiento de la normativa internacional. “Nos consta que países de la región como Argentina, Bolivia y Perú han tomado medidas similares”, dijo.
Consultado acerca del plazo de ejecución de la medida, Benech respondió que se monitoreará la evolución del foco registrado en Chile y que por ahora su levantamiento no tiene fecha.
El subsecretario enfatizó que los riesgos para la salud implican gravedad, ya que la influenza aviar detectada es de baja patogenicidad. La posibilidad de contraer la afección se reduce aún más si los productos son debidamente cocinados.
“Estamos revisando algunas partidas importadas que no han sido distribuidas todavía, viendo el período de incubación de 21 días de la enfermedad, entre la fecha de faena y el ingreso al país. Estamos tratando de minimizar los riesgos”, aseguró.
“No pretendemos generar alarma, es de responsabilidad política de un gobierno que tiene que cuidar a la gente y los productores”, sentenció.
Recomendaciones a los productores y signos de la enfermedad
La Dirección de Servicios Ganaderos recomendó a los productores:
- Extremar las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas: evitar el contacto de las aves comerciales con aves silvestres y controlar el estado de las mallas antipájaros.
- Reforzar los controles de ingreso a las granjas: evitar visitas innecesarias, reforzar el control de plagas, realizar un correcto manejo de cadáveres de acuerdo con las recomendaciones sanitarias, notificar cualquier enfermedad en aves que presenten signos clínicos compatibles con la influenza aviar.
Según Ganadería, el virus puede provocar un aumento de la mortalidad en la aves, así como dificultades respiratorias severas, coloración azulada de crestas, barbillas o patas, hinchazón de la cabeza, plumaje erizado, diarrea, signos nerviosos, disminución de la postura, huevos deformes, con cáscara blanda o delgada.
La cartera recordó que en caso de sospechas, el productor debe comunicarse con la oficina de los Servicios Veterinarios zonales o locales del Ministerio más próxima.
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