En 2014 comenzaron las reformas para transformar el Zoológico de Canelones en un espacio educativo agroecológico. Hoy está instalada en el lugar una huerta orgánica y un invernadero.
Durante el año, escolares visitan el espacio y aprenden sobre temas ambientales y de producción agrícola, además de realizarse charlas y talleres para todo público, a cargo de ingenieros y profesores.
Sin embargo, todavía quedan rezagos del zoológico, ya que muchos animales comparten el espacio y no han sido liberados. Además, visitantes siguen concurriendo al lugar para ver a los animales enjaulados. Para conocer más sobre el proceso de trasformación del ex Zoológico, HOY CANELONES conversó con Pablo Acosta, coordinador educativo del Espacio Agroecológico, más conocido como La Granja.
Prioridades Como primera inquietud, Acosta contó que La Granja espera la aprobación de algunos presupuestos para transformar una de las jaulas en un salón multiuso. “El espacio estará destinado a charlas educativas y juegos plástico y audiovisuales que no podemos hacer en los espacios abiertos que tenemos. Es imposible armar un puzle en un piso de balasto”, declaró. Otra de las prioridades que se tiene es hacer un rincón de plantas aromáticas y medicinales (construido con cubiertas) y un banco de semillas. “Será un lugar para guardar las semillas que intercambiamos, las que nos donan y las que nosotros mismos producimos” explicó el coordinador.
Durante el mes de enero el equipo de La Granja está aportando al programa ‘Mar al Alcance’, organizado por la Comuna Canaria, que busca llevar a Atlántida a personas con dificultades para acceder a las playas. “En la recorrida hacemos un paseo por Atlántida, visitamos el zoológico del lugar y vemos algunas peculiaridades de los animales”, dijo Acosta.
Los martes de febrero, el Espacio Educativo Agroecológico brindará actividades recreativas y durante el año se seguirá con los talleres educativos y las charlas.
Entre rejas
Acosta declaró que las cabras fueron los animales que se han podido liberar con facilidad. “Hemos enviado a productores y escuelas algunas cabras, que es el animal que tenemos en mayor cantidad, y uno de los que más facilidad tienen para adaptarse al campo uruguayo”, señaló. Agregó que en el caso de otros animales, como los monos, “se debe tener cuidado en cuanto a lo que necesitan para sobrevivir en otro hábitat” y que la idea no es “sacarlos de ahí y mandarlos a otro zoológico”.
Otros de los animales que el lugar tiene en demasía son las tortugas. “Muchas de esas llegaron como donaciones, gente que las compró para sus hijos y después, cuando los niños se aburrieron de su mascotas, las donó. La tortuga es un animal que puede llegar a vivir 80 años”, explicó el coordinador.
Según Acosta, la precaución que hay que tener a la hora de liberar a las tortugas es de no afectar el cauce natural en donde se dejan. “Se debe realizar un estudio previo, para ver si realmente se pueden depositar en la naturaleza o estamos afectando el espacio en donde las ponemos. No podemos simplemente tirarlas en un arroyo”, indicó.
Visitantes incambiables
Otra de las razones por las cuales no se han retirado más animales del lugar es para “no dejar desprovisto el espacio” hasta que se concreten otras partes del proyecto. “Hasta que no tengamos claro los tiempos de reconstrucción, no podemos dejar espacios vacíos de meses porque perderíamos un montón de público”, manifestó Acosta. Agregó que mucha gente sigue visitando al lugar en modalidad zoológico, sobre todo madres y padres locales con sus niños.
Según informó el sitio web de la Intendencia de Canelones cuando se realizó el lanzamiento de La Granja, en 2014, el lugar contemplará “espacios lúdicos recreativos, un galpón cultural, un sector agroecológico, un espacio pecuario, ludoteca al aire libre, casitas en los árboles, corrales de animales domésticos y un auditorio”.
FUENTE: CANELONES HOY