Compartir fotografías de nuestros hijos con amigos y familiares a través de las redes sociales se ha convertido en la actividad más popular y cotidiana de los padres de hoy. Es tan común esta actividad que hasta ya tiene nombre: “sharenting”.

La mayoría de los padres lo hacen para compartir el crecimiento de sus retoños y algunos para conseguir consejos sobre crianza y salud de los menores. Pero si bien es cierto que al ser tan abiertos con los altibajos de la paternidad se da la posibilidad de crear una red de apoyo y camaradería, la pediatra Kate Land resalta que es de suma importancia que los progenitores se planteen esta pregunta: ¿Estoy potencialmente comprometiendo la seguridad de mis hijos, así como violando su privacidad al crearles una identidad digital desde temprana edad, ya que, como se sabe, todo lo publicado en línea persiste durante años?

“Cuando publicamos información o fotografías de nuestros hijos en la red, debemos considerar cuidadosamente las consecuencias al preguntarnos a quién sirve nuestro ‘sharenting’ y cómo puede afectar negativamente a nuestros hijos [en un futuro]”, asevera la Dra. Land, vinculada a Kaiser Permanente y madre de tres adolescentes.

De acuerdo con un reciente artículo de Time Magazine, el 92%, de los menores en Estados Unidos tienen ya una identidad digital (o en línea) a los 2 años de edad. La cifra, extraída del libro American Girls: Social Media and the Secret Life of Teenagers (escrito por la periodista estadounidense Nancy Jo Sales) deja ver claramente la nula privacidad que tienen los chicos de hoy. Es tanto así que el mismo artículo asegura que antes de que el menor cumpla los 5 años, sus padres ya han compartido cerca de 1,000 fotografías de él en las redes sociales.

Los riesgos y la responsabilidad de los padres

Material educativo de la organización no lucrativa Common Sense Media (CSM, que además produce videos y una serie de consejos para que los padres y sus hijos naveguen por el mundo digital de manera segura, balanceada y responsable) corrobora las opiniones de la pediatra Land y habla sobre los siguientes riesgos a los que los padres exponen a sus hijos con el “sharenting”.

  • Crear un sentimiento de vergüenza futuro en los hijos. Publicar fotos de los hijos en las redes sociales crea una huella digital —una especie de rastro de papel electrónico— que forma su identidad en un mundo al que no han elegido entrar. Y cuando estos menores crezcan, tal vez, se sientan mal de tener en la red sociales información de sus días de pañales que los avergüenza ante sus amigos.
  • Perder el control de las fotografías y comentarios publicados. Una vez que se publica una foto en línea, se pierde el control sobre ella ya que para siempre queda flotando en la red y se corre el riesgo de que alguien pueda copiarla, etiquetarla, guardarla o usarla de cualquier forma sin que los padres e hijos nunca se enteren.
  • Crear una identidad digital de los hijos que resulta valiosa para los comerciantes. Todo lo que se publica tiene información valiosa para anunciantes y recopiladores de datos.

“Muchas compañías crean perfiles de mercadeo nuestros y de nuestras familias que luego son utilizados para la venta de productos y servicios”

“Los papás de hoy tienen que estar conscientes de que sus hijos son los nativos digitales, sus vidas tienen un importante componente digital o virtual”. “Al compartir fotos constantemente, sino usamos las opciones de privacidad y limitamos quién ve lo que publicamos y también la frecuencia con lo que lo hacemos, estamos creando lo que llamamos una huella digital que es muy valiosa. Así que tenemos que ser responsables”.

Recomendaciones

Para minimizar el riesgo de que las fotografías de nuestros hijos pequeños que publicamos en las redes sociales caigan en manos indebidas, la pediatra Kate Land ofrece estas recomendaciones que se deben de tener en cuenta antes de entrar a compartir nuestros “sharentings”.

  • Antes de publicar imágenes, comentarios o información sobre sus hijos, pregúntese quién se beneficiará del correo. ¿Está publicando para su beneficio (como para ayudarles a unirse y comunicarse con parientes lejanos)? Si no es así, entonces no lo haga.
  • Estar seguros de que nuestros perfiles en las redes estén siempre bajo la preferencia de privado y no público. Esto permite que solo las personas que uno desea tengan acceso a lo que se comparte.
  • Hacer uso de los sitios gratis en los que se puede compartir fotos de manera segura.
  • Antes de compartir una foto o información en línea bajo la preferencia de privado, asegurarse de sentirse igual de cómodo si está queda bajo el rubro de pública.
  • No publicar fotos de los hijos en edad escolar sin su permiso. Ante de subir cualquier foto del menor, se recomienda poner en práctica los “modales digitales” de mostrársela con anterioridad para que la apruebe y se sienta cómodo en un futuro con ella.
  • Nunca discutir en línea las luchas que se tienen con el comportamiento de los hijos.
  • Nunca compartir información sobre la ubicación de los hijos.
  • Nunca publicar imágenes de niños (de cualquier edad) donde se vean desnudos o semidesnudos. Tales imágenes pueden ser copiadas y vueltas a publicar en sitios utilizados por pedófilos.
  • Nunca publicar el nombre completo del menor ni su fecha de nacimiento en las redes sociales, ya que estos dos datos pueden ser tomados por quienes buscan oportunidades de robo de identidad.
  • Conocer la configuración de privacidad de las plataformas que se usan y estar consciente de que incluso las publicaciones compartidas con grupos cerrados pueden llegar a ser públicas más rápido de lo que se piensa.
  • Configurar una alerta en Google para los nombres de los hijos y así poder rastrear los sitios donde aparece información sobre ellos.