Muy pocas cosas se le resisten a Google. Y menos aún con la inteligencia artificial (IA).
Google Brain, el departamento de «Deep Learning» de los de Mountain View, ha presentado un estudio («Pixel Recursive Super Resolution») en el que demuestran como la IA puede reconstruir imágenes borrosas y pixeladas.
Se trata de una tecnología capaz de averiguar quién está detrás de una imagen en el que es imposible ver nada claro. Google Brain, sin embargo, se vale de la inteligencia artificial para completar y mejorar la calidad de los píxeles, hasta tal que punto que, aunque sigue viéndose algo distorsionada, se puede ver en la imagen que es una persona con piel y cabello de determinado color (claro, moreno, castaño, etc.).
Google ha impulsado dos redes neuronales para adivinar el contenido oculto en cualquier imagen. Los científicos, al igual que si se tratase de un niño, han entrenado a ambas redes para que una sea capaz de mapear las imágenes de 8×8 e intente compararlas con otras imágenes similares de alta resolución y así identificar colores o patrones, mientras que la segunda añade más píxeles a las imágenes para obtener mejores detalles. Posteriormente, las dos redes se unen y dan como resultado una imagen más precisa.
Hasta ahora, este tipo de tecnología se ha visto, aunque de forma ficticia, en películas y series. Sin embargo, la IA sí que va a permitir convertir en realidad esa ficción. Y no solo gracias a Google. Facebook, Apple, Intel o Microsoft también trabajan en esta área porque será «un gran negocio» en el futuro próximo.
El término inteligencia artificial es un concepto amplio que sirve para describir la capacidad de las máquinas para aprender por sí solas y emular atributos de la mente humana.