Fíjese en las fotografías sobre estas líneas. Los rostros son muy parecidos, pero en realidad sufren algunos cambios en la coloración de la piel, cambios sutiles pero suficientes para que uno de ellos pueda parecer más atractivo al sexo opuesto.
Los hallazgos publicados en la revista Behavioral Ecology revelan que los hombres blancos cuya piel tiene pigmentos amarillos y rojos, que se consiguen al comer determinados alimentos, como las zanahorias, son percibidos por las mujeres como más seductores. Un dato a tener en cuenta de cara a mañana, 14 de febrero, Día de los enamorados. Sin embargo, esta coloración de la piel no es necesariamente señal de una buena salud real.
Según los investigadores de la Universidad de Australia Occidental, un rasgo que juega un papel importante en la selección sexual es la coloración basada en carotenoides, los pigmentos vegetales rojos y amarillos presentes en las frutas y verduras, que hacen que las zanahorias y las naranjas sean anaranjadas y los tomates, rojos. Investigaciones anteriores han encontrado que en varias especies de aves, peces y reptiles, las hembras se sienten más atraídas por parejas masculinas así de coloridas. Los investigadores han argumentado que la coloración basada en carotenoides es una buena señal de la salud, y se asocia a que actúan como un antioxidante.
Una de las teorías es que las personas se sienten atraídas por los signos de la salud en un deseo de buscar la pareja adecuada para reproducirse, ya que aquellos con aspecto saludable tienen una mayor probabilidad de supervivencia, una mayor fertilidad y la disponibilidad de genes que a su vez promuevan la buena salud de la descendencia.
Los científicos investigaron si había alguna correlación con las «señales» de la salud de los carotenoides y la salud real. Los participantes en el experimento fueron 43 hombres caucásicos heterosexuales con una edad media de 21 años. Los investigadores también tuvieron un grupo de placebo de 20 participantes masculinos.
Fotos y examen de salud
Los voluntarios fueron fotografiados al inicio del ensayo con el fin de documentar los cambios en el color de la piel. Además, fueron evaluados en su salud, lo que incluye su nivel de estrés oxidativo, la función inmune, y la calidad del semen. Después, se les administró durante 12 semanas suplementos de betacaroteno para el grupo de tratamiento y «píldoras ficticias» para el grupo placebo. Pasado ese tiempo, los participantes regresaron y se repitieron las pruebas de la fotografía y de salud. Sesenta y seis mujeres heterosexuales de raza caucásica con una edad media de 33 años fueron reclutadas online para evaluar el atractivo de las caras antes y después de la administración de los suplementos.
Los resultados encontraron que, como se predijo, los suplementos de betacaroteno aumentaron el amarillamiento y enrojecimiento general, pero no la luminosidad. Las caras de los individuos que habían tomado los suplementos tenían un 50% más de probabilidades de ser elegidas como atractivas y de aspecto más saludable en comparación con las fotografías previas o el grupo de placebo. Así, el suplemento de betacaroteno mejora significativamente el atractivo y la apariencia de salud de los participantes. Pero lo cierto es que, en realidad, el tratamiento no afectó significativamente a las funciones de la salud.
El estudio proporciona la primera evidencia experimental del efecto del betacaroteno en el atractivo y la salud. Los resultados sugieren que el tono de la piel tras tomar determinados alimentos puede ser motivo de la selección sexual en los seres humanos, pero no hay evidencias que sugieran que esto es una señal honesta de la salud.
«Los carotenoides son conocidos por ser responsables de las sorprendentes exhibiciones de apareamiento en muchas especies animales. Nuestro estudio es uno de los primeros en demostrar causalmente que los carotenoides también pueden afectar el atractivo en los seres humanos y reafirma los resultados de estudios anteriores que muestran que lo que comemos puede afectar a cómo nos vemos», dice Yong Zhi Foo, autor principal del estudio.