Juventus superó a Mónaco con un global de 4-1 y se ganó su lugar en la final de Champions League en la ciudad capitalina de Gales

El pitazo final determinó lo que se esperaba ya desde hacía varios minutos. Juventus alcanzó su novena final de Champions League y espera a uno de los equipos madrileños el 3 de junio en la ciudad de Cardiff, donde soñará con hacerse de la máxima corona de Europa después de 32 años y regalarle a su capitán Gianluigi Buffon la primera orejona.

Con un global adverso de dos goles en contra, Mónaco salió al Juventus Stadium al puro estilo del dueño de casa, con ritmo y hegemonía de juego desde el inicio. No obstante, en las puertas del área turinés, las intenciones se extinguían cada vez con poca claridad en los últimos pases y en gran parte, también gracias a la defensa juventina que recibió sólo tres goles en este certamen.

A partir de los veinte minutos, Juventus logró controlar el partido y lo hizo suyo. Cosechó varias llegadas de gol con el peso de su delantera, hasta que finalmente vio los frutos protagonizados por Dani Alves. Mario Mandzukic convirtió el primero y el tercero del global a los 32’ después de un rebote concedido por el arquero Danijel Subasic, y todo esto, a partir de un centro de Alves.

El brasilero que Massimiliano Allegri hace oficiar de volante, brindó las asistencias de los goles de toda la serie ante Mónaco y coronó la importancia de su juego con el suyo propio. El lateral que dejó ir Barcelona aprovechó un despeje del arquero y desde el borde del área, tomó la pelota de aire, como venía, y clavó el 2-0 en el minuto final del primer tiempo.

Los cuatro goles de ventaja en el global fueron demasiados para el equipo monegasco, que a partir de los sesenta minutos despertó en gran parte por un bajón de rendimiento del ‘bianconeri’, y logró descontar mediante el joven francés Kylian Mbappé a los 68′, pero sin embargo, fue un gol sólo anecdótico y el marcador final fue de 2-1.

(Por Valentina Silva)