«Tengo ganas de hacer las cosas bien y probar que la élite brasileña no tiene las habilidades para arreglar este país», afirmó el exmandatario frente a una multitud conformada por distintos movimientos sociales y sindicales de Brasil.
Lula da Silva presentó una declaración durante cuatro horas en los juzgados federales de la ciudad de Curitibia, en el sur de Brasil, por la supuesta propiedad de un apartamento en el balneario paulista de Guarujá que figura en los registros a nombre de la constructora OAS.
«Desde el fondo de mi corazón digo que si cometí algún error no quiero ser juzgado por la justicia, yo quiero que el pueblo brasileño me juzgue», aseguró el exmandatario.
Da Silva, que esperaba que la parte acusadora «tuviera una factura» que lo vinculara con el pago del apartamento, afirmó: «Hoy yo pensé que mis acusadores, después de dos años de persecución, iban a mostrar algún tipo de documento, un escrito que probara que yo hice el pago por ese apartamento que dicen es mío».