El psicólogo y docente Gonzalo Corbo consideró un error designar como funcionarios de cárceles a los policías denunciados por violencia doméstica. Entrevistado en Fuentes Confiables, dijo que eso empeora la situación porque los somete a nuevas situaciones de estrés y violencia. Corbo publicó recientemente un informe denominado “Violencia con uniforme”, en donde confirma que existe un vínculo entre la formación policial y la violencia que los policías agresores pueden ejercer en sus hogares.

Corbo es psicólogo y docente con grado de asistente en la Facultad de Psicología, en el Instituto de Psicología Clínica. Además es magister en psicología clínica. Su tesis de maestría fue este trabajo, publicado a fines de 2015. En 2016 lo actualizó y se publicó en marzo de 2017 por problemas en la edición.

Trabajó en Sanidad Policial entre 2010 y 2015. Llegó a ese lugar buscando una investigación para su maestría y finalmente lo contrataron para quedarse. Trabajó en la primera fase de las tobilleras. Fue allí donde aprendió las internas y las jergas policiales para poder entrevistar a los policías. Interrogó a 12 policías denunciados, todos subalternos, tanto de la capital como del interior del país.

¿Cómo realizó su estudio?

 

¿Cuáles son las principales conclusiones del informe?

 

¿Hay entonces vínculos entre la formación policial y esta violencia que usted menciona?

 

¿Qué tipo de violencias aplicaron a sus parejas los policías? ¿Golpes, insultos?

 

¿Los denunciados son todos jóvenes y subalternos o hay también jerarcas?

 

¿Notó arrepentimiento en los policías? ¿Actuaron impulsivamente?

 

¿Notó si estas personas tenían un concepto naturalizado de la agresión? ¿Les parecía natural convivir con la agresión, al punto de trasladarla a sus hogares?

 

¿Es necesario hacer modificaciones en la preparación de los policías? ¿Y en los tratamientos psicológicos para los efectivos que viven situaciones de estrés, como matar a alguien? ¿Lo convocó el Ministerio del Interior para analizar esto?

 

El sindicato policial dice que es un gran error mandar a los policías denunciados a trabajar a las cárceles. ¿Usted qué opina?