La ministra de Educación, María Julia Muñoz, aseguró que la medida de retirar las asignaciones familiares a las familias que no envíen a sus hijos a clases se mantendrá. No obstante, hay diferencias en la interna del Gobierno sobre este tema. A los cuestionamientos recientes de parte del MIDES se sumó ahora el vicepresidente Raúl Sendic, quien afirmó que retirar la asignación es un “doble castigo para un sector vulnerable” de la población.
El año pasado se quitaron más de 11 mil asignaciones familiares a quienes permitieron que sus hijos dejaran de ir a clases. La subsecretaria de Desarrollo Social (MIDES), Ana Olivera dijo a El Observador que «el debate no está saldado». «En el MIDES pensamos que la asignación familiar es un derecho de los niños y los adolescentes y que muchas veces retirando ese ingreso no necesariamente se favorece su inclusión en el sistema educativo y sí se está penalizando doblemente a la familia». «Nosotros no compartimos el hecho de que sea condicional la asignación familiar», explicó la jerarca.
Sin embargo, las autoridades de Primaria aseguran que la medida permitió que retornen a los cursos el 30% de quienes habían abandonado. Para Irupé Buzzetti, el retiro de asignaciones tienen su utilidad:
En el mismo sentido opinó la ministra de Educación:
En el otro extremo se ubica el presidente del CODICEN de la ANEP, Wilson Netto, quien respaldó la idea del MIDES. «Hay gente que opina mucho y muy livianamente sobre temas muy complejos», dijo el jerarca, quien si bien sostuvo que «hay normas que están para cumplirse», opinó que “sólo el 30%” de la reinserción escolar en Primaria es por efecto de estas asignaciones, y el 70% restante se reinserta por un conjunto de diversas estrategias».
En las últimas quien se sumó al debate fue el vicepresidente Raúl Sendic, también en una postura de apoyo al MIDES: