Las reacciones desde sectores nacionales e internacionales sobre los destrozos en la Asamblea Nacional de Venezuela y el ataque a los Diputados, no se hicieron esperar. En lo interno el primer en condenar los ataques fue el propio Presidente Maduro quien anunció una investigación afirmando que «nunca será cómplice de ningún hecho de violencia y he ordenado que se haga justicia», dijo. La oposición ha convocado a una serie de marchas en el día de hoy «contra la dictadura»

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, condenó el ataque al Parlamento perpetrado por un grupo de simpatizantes armados del chavismo que hirieron a varios diputados de la oposición y sitiaron durante más de siete horas el recinto impidiendo la salida de los legisladores.

«Condenamos la violencia en cualquiera de sus formas, venga de donde venga», escribió en su cuenta de Twitter Padrino, que calificó los hechos ocurridos en la Asamblea Nacional de «inaceptables».

El titular de Defensa además alabó al presidente Nicolás Maduro por haber condenado previamente la violencia en el Parlamento. «Como estadista y líder político repudió de manera inmediata estos hechos de violencia», dijo Padrino sobre el jefe del Estado, que horas antes había ordenado una investigación sobre lo ocurrido.

Asimismo, el ministro de las Fuerzas Armadas pidió a la oposición que siga el ejemplo del presidente y exprese también su repulsa cuando «se atacan bases militares, centros de salud, educativos y de alimentación».

Padrino acusó a la oposición de haber cometido durante la actual ola de protestas antigubernamentales actos «terroristas» como «linchamientos, obstaculización de vías públicas, instigación a la rebelión», y les recriminó el «uso de menores» en sus actividades contra el Gobierno.

La reacción del ministro al asedio de este miércoles al Parlamento se produce después de que diputados antichavistas de esta Cámara de mayoría opositora responsabilizaran al Gobierno del asalto y recriminaran a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que no evitara el acceso de los violentos a la sede del Legislativo.

Varios de los diputados opositores heridos por el grupo de manifestantes simpatizantes del chavismo han afirmado que «van a seguir de pie» a pesar de las intimidaciones. Una de ellos fue Nora Bracho quien responsabilizó al Gobierno de Nicolás Maduro de lo ocurrido en el Parlamento, y aseguró que insistirán en su lucha pese a las agresiones.

«Ahí tenemos a un régimen encadenado y queriendo mentirle al pueblo de Venezuela como que si aquí no está pasando nada, mientras tanto envía a sus colectivos a asediarnos aquí, a violentarnos, a cometer cualquier atropello, a golpear a los diputados con tubos, a disparar», dijo.

«Hasta cuándo violencia; la violencia es de quien no tiene la razón, pero nosotros seguimos en pie de lucha porque somos dignos representantes del pueblo de Venezuela y seguiremos defendiendo la majestad de la Asamblea Nacional (AN)», añadió.

Asimismo, el legislador Leonardo Regnault, que resultó herido en la cabeza, declaró que está recuperado, y señaló que continuará «en la lucha». «Esto que me hicieron a mi y a los demás compañeros no nos va a amedrentar, no nos va a hacer que huyamos, nosotros vamos a seguir hacia adelante, vamos a seguir luchando por la libertad, por la democracia», afirmó desde el hospital, aunque siempre sin violencia: «No nos van a llevar a la violencia», señaló.

El presidente del Parlamento, el opositor Julio Borges, informó de que además de los parlamentarios Armas, De Grazia, Bracho y Regnault, resultó lesionado los diputados Luis Carlos Padilla y Juan Guaidó, además de otros siete trabajadores del Parlamento.

Los países fundadores del MERCOSUR rechazaron los hechos violentos ocurridos en la Asamblea Nacional de Venezuela. En un comunicado, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay afirman que lo ocurrido en el país caribeño se originó por “una intervención de altas autoridades del Poder Ejecutivo, sin previo acuerdo de las autoridades legislativas, constituyen un avasallamiento del Ejecutivo sobre otro Poder del Estado, inadmisible en el marco de la institucionalidad democrática”.

“Exhortamos al Gobierno de Venezuela a poner fin inmediatamente a todo discurso y acciones que incentiven una mayor polarización, con el consecuente crecimiento de la violencia, y a garantizar el respeto a los derechos humanos, la separación de los poderes y la vigencia del Estado de Derecho”, agrega el comunicado.

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro,condenó enérgicamente el nuevo ataque cometido hoy contra la Asamblea Nacional de Venezuela, ya que la agresión contra las instituciones democráticas es la esencia misma de una dictadura.

«Las acciones inconstitucionales e ilegales contra la Asamblea Nacional registradas este miércoles sirven directamente al proceso de desinstitucionalización que viene sufriendo el país», afirmó.

Durante la sesión especial llevada a cabo hoy por la Asamblea Nacional para celebrar el 206 aniversario de la Declaración de la Independencia, colectivos oficialistas armados con garrotes y barras, algunos de ellos blandiendo armas blancas y de fuego, irrumpieron dentro de la Asamblea Nacional y atacaron violentamente a diputados y funcionarios. Trabajadores, periodistas y diputados fueron prácticamente secuestrados por las bandas paramilitares asociadas al régimen.

Varios miembros de la Asamblea Nacional resultaron heridos, incluyendo a Americo de Grazia, Nora Bracho, Luis Carlos Padilla, Leonardo Regnault, Armando Armas, Franco Casella, Luis Stefanelli y Richard Blanco, algunos de los cuales recibieron cortes profundos en la cabeza y la cara.

Funcionarios y periodistas también resultaron agredidos. Obviamente, la Guardia Nacional Bolivariana, encargada de brindar seguridad al poder legislativo no intervino para detener la violencia.

«Hoy debería de haber sido un día para reflexionar sobre la historia del país y los vínculos que unen al pueblo de Venezuela, sin embargo el regimen eligió nuevamente el camino de la violencia para silenciar a la disidencia política con un ataque premeditado sobre la institución que es el símbolo de la representación popular: la Asamblea Nacional», afirmo Almagro.

El Secretario General de la OEA añadió que «cuando la voz del pueblo es acallada con armas y violencia es porque ya no queda nada de la democracia. La utilización del terror sobre los ciudadanos y la institucionalidad revela que la represión constituye una acción sistémica con que el gobierno pretende asegurar su permanencia en el poder».

El líder de la Organización hemisférica señaló que «el régimen pretende instaurar la violencia institucional del estado, en una guerra sucia contra el pueblo incluyendo uno o varios muertos por día, como si se tratase de una nueva normalidad».

«Tanto la comunidad Interamericana e internacional no lo han de aceptar. No se trata de temas de políticas, sino de valores y principios no negociables. Esa supuesta nueva normalidad no debe ser aceptada por nadie», concluyó el Secretario General Almagro.