Por Ley de Diciembre de 2016, se declaró este día tan particular con el siguiente texto:

Artículo 1º.- Declárase el 17 de julio de todos los años, “Día Nacional para la Prevención del Suicidio”.

Artículo 2º.- El señalado día las instituciones educativas de carácter público y privado, así como las instituciones públicas que tengan relación con la prevención del suicidio, deberán realizar actividades brindando información calificada y veraz sobre la problemática y su abordaje.

Artículo 3º.- Será obligatoria la capacitación del personal de la salud pública y privada, bomberos y funcionarios policiales en la atención de personas con señales de comportamiento suicida, así como en el abordaje del rescate.

Artículo 4º.- Los medios de comunicación pública contribuirán, según sus posibilidades, a la difusión de información sobre las organizaciones de ayuda a las personas en situación de riesgo, incluyendo ubicación y teléfono de las mismas.

Artículo 5º.- Se promoverá la ubicación de un servicio social de cabinas telefónicas en todo el país en lugares de alta ocurrencia de suicidios.

La Organización civil ÚLTIMO RECURSO a través de su presidenta la Dra. Silvia Peláez fue quien redactó la Ley y la propuso ante el parlamento.

Último Recurso es una Organización No Gubernamental pionera en el abordaje de la suicidología en el Uruguay. La suicidología no sólo estudia el fenómeno del suicidio consumado o el intento de autoeliminación sino también todo aquel elemento que provoque una situación de riesgo suicida.

Las lineas de crisis de Último Recurso son las primeras para situaciones de riesgo suicida del país. La impulsividad que emerge en esa situación, es canalizada a través de la comunicación inmediata. No es terapia telefónica, es un puente para lograr un encuentro personal, apoyados en la premisa de “si hay alguien que escucha, no hay suicidio” los operadores telefónicos defienden con un amplio compromiso la vida de quién los consulta.

LINEAS DE CRISIS

*8483 (*VIVE)

Gratuito desde Antel y Movistar

095 73 8483

Las 24 hs. del día

0800 8483(0800 VIVE)

De 19 a 23 hs.

Mitos en torno al comportamiento suicida

Cuando  se presenta una situación de riesgo suicida suelen haber varias formulaciones que se utilizan para dar explicación a dicho evento. Varias de estas se han ido enraizando y convirtiendo en mitos que pueden llegar a dificultar la correcta atención de la persona en riesgo.

Hay numerosos mitos con respecto a los comportamientos suicidas. A continuación presentamos algunos de los más comunes:

Mito 1: Las personas que hablan acerca del suicidio no se hacen daño pues sólo quieren llamar la atención. FALSO. Siempre se deben tomar todas las precauciones posibles al confrontar a una persona que habla acerca de ideas, planes o intenciones suicidas. Todas las amenazas de daño a sí mismo se deben tomar en serio.

Mito 2: El suicidio es siempre impulsivo y ocurre sin advertencia. FALSO. El suicidio puede parecer impulsivo, pero generalmente ha sido considerado durante algún tiempo. Muchas personas en situación de riesgo dan algún tipo de indicación verbal o conductual explicita acerca de sus intenciones de hacerse daño.

Mito 3: Los suicidas de verdad quieren morir o están resueltos a matarse. FALSO. La mayoría de las personas con ideas suicidas comunican sus pensamientos a por lo menos una persona, o llaman a una línea telefónica de crisis o al médico, lo cual es prueba de ambivalencia, no de intención irrevocable de matarse.

Mito 4: Cuando un individuo da señales de mejoría o sobrevive a un intento de suicidio, está fuera de peligro. FALSO. En realidad, uno de los momentos más peligrosos es inmediatamente después de la crisis o cuando la persona está en el hospital después de un intento de suicidio. La semana después del alta es cuando la persona está particularmente frágil y en peligro de hacerse daño.

Puesto que el comportamiento pasado es pronóstico de comportamiento futuro, el suicida sigue estando en situación de riesgo.

Mito 5: El suicidio es siempre hereditario. FALSO. No todo suicidio se puede relacionar con la herencia, y los estudios concluyentes son limitados. Sin embargo, el historial familiar de suicidio es un factor de riesgo importante de comportamiento suicida, particularmente en familias en que la depresión es común.

Mito 6: Las personas que se suicidan o lo intentan siempre tienen un trastorno mental. FALSO. Los comportamientos suicidas se han asociado con depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia y otros trastornos mentales, además de comportamientos destructivos y agresivos. Sin embargo, esta asociación no se debe sobrestimar. La proporción relativa de estos trastornos varía en distintos sitios y hay casos en que no había ningún trastorno mental evidente.

Mito 7: Si habla con un paciente acerca del suicidio, se le está dando ideas. FALSO. Es claro que nadie causa el comportamiento suicida con sólo preguntar si el paciente está pensando en hacerse daño. En realidad, la validación del estado emocional de la persona y la normalización de la situación inducida por la tensión son componentes necesarios para reducir la ideación suicida.

Mito 8: El suicidio sólo le ocurre a “otros tipos de personas”, no a nosotros. FALSO. El suicidio le ocurre a todo tipo de personas y se encuentra en todo tipo de familias y sistemas sociales.

Mito 9: Una vez que una persona ha intentado suicidarse, nunca volverá a intentarlo otra vez. FALSO.De hecho, los intentos de suicidio son un pronóstico fundamental de suicidio.

Mito 10: Los niños no se suicidan porque no entienden la finalidad de la muerte y son intelectualmente incapaces de suicidarse. FALSO. Aunque es poco común, los niños sí se suicidan y cualquier gesto, a cualquier edad, se debe tomar en serio.

Señales de Riesgo de Suicidio

Quien se encuentra inmerso en una situación de riesgo suicida está pidiendo ayuda para llegar a solucionar un conflicto interno que no logra encontrar la forma de resolverlo más que con la muerte.

La persona no encuentra la forma de transmitir ese mensaje mediante palabras, así que lo hace mediante su conducta suicida. Este mensaje está encriptado y suele ser difícil descifrar y de esta forma predecir la conducta suicida y apoyar a una persona en esta situación.

Se ha visto que existen algunas señales de riesgo que nos pueden advertir que nos encontramos en presencia de una situación de riesgo suicida. Entre estas señales están :

  • Aislamiento
  • Ideas de suicidio
  • Manifestaciones verbales
  • Impulsividad
  • Llanto fácil
  • Sentimiento de soledad e incomprensión
  • Irritabilidad, mal humor
  • Depresión encubierta, aparecen las quejas hipocondríacas
  • Cambios de hábitos en el comer y el dormir
  • Regalar cosas que se valoran (sobre todo adultos mayores)
  • Preocupación por la muerte
  • Uso de alcohol y drogas no legales
  • Cambios en la conducta
  • Omnipotencia
  • Bajar las notas
  • Fugas reiteradas.
    Reducir su participación activa
  • Dejar las actividades que realizaba comúnmente
  • Automutilaciones