Los estados integrantes del Mercosur emitieron un comunicado por el cual manifiestan su «profunda preocupación por el agravamiento de la crisis política, social y humanitaria» en Venezuela, a la vez que instan al «cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas».

A su vez, los estados miembros de ese bloque económico se declararon «convencidos que la solución a la crisis sólo podrá ser resuelta por los venezolanos». Convocaron al Gobierno y a las fuerzas opositoras a un diálogo, que permita «una concertación política creíble».

La declaración fue difundida por la Cancillería, tras la sesión plenaria que se realizó en Guaymallén, Mendoza.

Ante los representantes de los países miembros, el presidente Mauricio Macrise manifestó en esa línea: «Queremos que haya paz y elecciones en Venezuela». Lo hizo antes de tranferirle la presidencia pro tempore del bloque regional a su par de Brasil.

«Reiteramos nuestro llamado a la paz, a la libertad de los presos políticos y a la pronta adopción de un calendario electoral en Venezuela. Reiteramos nuestra disposición a establecer, en consulta con el Gobierno y la oposición, un grupo de contacto para facilitar y mediar en un nuevo proceso de diálogo y negociación entre las partes en conflicto», dijo el jefe de Estado.