“Venimos con una tendencia a la disminución de la prevalencia del VIH en el país, la que se consolida en los últimos años”, indicó el jerarca. El último dato de 2016 indica que cada 100.000 habitantes se diagnosticó con VIH a 24,6 personas. En 2011 esa cifra era de 34,8. El ministro aseguró que las medidas de prevención inciden notoriamente en esta mejora del indicador.
En lo que refiere a la transmisión vertical (de madre a hijo), consideró que las cifras también son auspiciosas. Cada 100 mujeres embarazadas infectadas, nacían 6 bebés con el virus en 2012. Este indicador se redujo en 2016 a menos de 2 niños. El ministro dijo que este progreso se explica por el aumento de los controles y aseguró que Uruguay se ubica en los primeros lugares de América Latina en cuanto a ese logro.
Añadió que hay mejores medicamentos para el tratamiento de los pacientes. “Todo esto ayuda a tener una política consolidada vinculada al VIH. Hay una tendencia a cronificar y mantener la vida prácticamente normal siempre que se hagan las cosas bien en cuanto al tratamiento oportuno y los controles correspondientes”, concluyó.