La jueza Sandra Arroyo Salgado ratificó que se recuperaron los cadáveres de los tripulantes de la aeronave localizada en la confluencia de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande, de acuerdo a la información de Radio Mitre.
Los cadáveres fueron trasladados al Departamento de Medicina Forense de San Isidro, donde están siendo analizados por los peritos. Además, los médicos forenses siguen trabajando en el lugar donde cayó el avión, según informó la presidenta de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, Ana Pamela Suárez.
Asimismo, la jueza federal de San Isidro explicó que se está “priorizando la recuperación de las tres personas que se verificó que viajaban en el avión, dándole intervención a las familias para que puedan controlar y formar parte de todo este proceso”.
Los restos de la aeronave fueron hallados el pasado sábado cerca de la localidad bonaerense de Zárate, a 80 kilómetros de la capital federal argentina, informaron las autoridades de aviación civil, que anunciaron que la investigación continuará activa hasta esclarecer todo lo ocurrido.
Las labores de búsqueda se dificultaron por el lugar del suceso, ya que se trata de una zona pantanosa, de gran vegetación y difícil acceso.
El pequeño avión Mitsubishi MU-2, de un solo motor y dedicado a tareas agropecuarias, partió el pasado 24 de julio del aeródromo bonaerense de San Fernando, en un vuelo privado de tres personas y con buenas condiciones climáticas, pero los radares perdieron la señal de la aeronave al poco tiempo de su despegue.