Medio millón de personas se concentró en la tarde de este sábado en el Paseo de Gracia de Barcelona para marchar bajo el lema “No tinc por” (No tengo miedo) en contra del terrorismo y en apoyo a las víctimas de los atentados cometidos hace poco más de una semana en la región de Cataluña.

La marcha fue encabezada por representantes de los cuerpos de seguridad y de emergencias, así como de entidades ciudadanas que ayudaron a las víctimas en los atentados del pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrils que dejaron 15 fallecidos y 120 heridos. Detrás de ellos desfilaron los familiares de las víctimas junto con una delegación de organizaciones que trabajan a favor de la paz, contra el racismo y en defensa de los derechos humanos.

La movilización fue convocada por la municipalidad de Barcelona y el gobierno regional, pero también asistieron el rey de España, Felipe VI; el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy y otros representantes del Estado y las regiones. También se manifestaron miembros de las comunidades musulmanas, como el Centro Islámico Camino de la Paz, que llevaba una pancarta con el lema “El terrorismo no tiene religión. Islam quiere decir paz”.

 

Tanto el rey como Rajoy fueron abucheados por partidos y grupos independentistas y antisistema catalanes en su llegada a la convocatoria, algunos carteles en su contra se referían a la política belicista de España y expresaban: “Felipe, quien quiere la paz no trafica con armas” o “Mariano, queremos paz, no vender armas”.

 

Fue la primera vez en la historia de la democracia española que un monarca participó en una manifestación. Felipe VI ya había acudido cuando era príncipe a la marcha contra los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que causaron 193 muertos y más de 1700 heridos.
Las pancartas del resto de los manifestantes expresaban “La mejor respuesta, la paz”, “Soy musulmán, no soy terrorista” o “No a la islamofobia”, y la multitud se movía al grto de “No tinc por”. También se repartieron cientos de rosas rojas, amarillas y blancas, los colores de la bandera de Barcelona.

 

La manifestación terminó con un acto en la Plaza de Catalunya (donde tuvo lugar el atropellamiento masivo en La Rambla), en el que se leyeron varios poemas contra la violencia y en homenaje a las víctimas.

“No consentiremos que nos humille ni venza el terrorismo. El amor acaba triunfando sobre el odio, ninguna expresión de xenofobia acabará triunfando en nuestra sociedad”, señalaba el manifiesto leído por la actriz Rosa Maria Sardà y la vocera de la fundación Ibn Battuta, Míriam Hatibi.